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A pesar de los intentos de Sesshomaru por querer saciarse de su mujer, esa noche no pasó nada. Kagome prefirió dejarlo para otro día hasta sentirse del todo recuperada.

Muy temprano esa mañana Sesshomaru se dirigió a su despacho para meditar un poco, pero fue interrumpido por Jaken cuando tocó su shoji.
- Amo... lamento interrumpir pero Takeo ha llegado, está aquí afuera.
- Dile que pase.
Takeo entró y se reverenció ante Sesshomaru.
- Amo he venido tan pronto como me lo pidió. He buscado por todos lados pero no hay rastros de Satoru.
- Es precisamente de lo que quiero hablarte. El infeliz se ha valido del algún hechizo o algún brebaje para ocultar su olor, también está ocultando su aura. Nadie sabe cuando entra o cuando sale del territorio. Pero hemos logrado ubicarlo. Tengo un trabajo para ti. Serás bien recompensado.
- Amo... perdone mi impertinencia, pero usted no tiene que recompensarme. Yo juré lealtad a su padre y unos días antes de enfrentarse a Ryukotsusei, le prometí que sino salía de esa mi lealtad estaría con usted señor.

- Lo se muy bien Takeo, es por ese motivo que quiero recompensarte. Lo qué harás es lo siguiente: irás del otro lado de la frontera del país donde se encuentra Satoru, fingirás que fuiste desterrado por haber pasado los límites de la confianza con mi mujer. Debido a la bondad de ella no fuiste asesinado. Dirás que no te quedarás así después de haberle servido a mi padre por tanto tiempo y después a mi... que tendrás tu venganza, que tú me conoces bien y sabes de qué manera infligirme dolor. Sabes cómo atacarme. Myoga te acompañará, me enviaras información con el. Tengo la sospecha que Satoru se ha aliado con alguien, de otra manera no se explica su osadía. Lo que quiero saber es con quien y qué es lo que pide a cambio.

- Como ordene amo... en este mismo instante parto.
Takeo se fue a toda velocidad. Myoga iba escondido entre su melena. Takeo era un Yokai león. Sus brazos eran grandes y fuertes, llenos de vellos, su cabellera o melena era abundante y rubia. Sus rasgo faciales eran parecidos a los
De un león, sus dos ojos eran verdes como esmeraldas y sus dos caninos superiores eran grandes y sobresalían de sus otros dientes.  Sin duda era un guerrero poderoso.
Se dirigió hasta el otro lado de la frontera del país.  Estaba deambulando por el bosque.  Pasaron dos días desde que emprendió su viaje. De repente fue interceptado por un ejército de demonios al comando de Satoru.

- Qué haces aquí Takeo, vienes a buscarme?
Te recuerdo que he sido desterrado de los dominios de tu amo. No tienes ninguna jurisdicción en este lugar.
- De hecho no he venido por ti. Yo también he sido desterrado... decía Takeo con un gesto rabioso escupiendo en el suelo.
- Hay algo que me dice que no debo creerte.
- Piensa lo que te de la gana Satoru... solo estoy buscando mi propio camino, después buscaré la manera de vengarme del perro de Sesshomaru.
- Jajajaja... a ver a ver a ver... puedo percibir rabia en tu forma de hablar. Dices que quieres vengarte de Sesshomaru?
- Y a ti que te importa?
- Uuu lo siento... dijo Satoru con sarcasmo mientras alzaba ambas manos... no quise indisponerte.
- Si ya has terminado ahora me voy... dijo Takeo continuando con su andar.
- Espera un momento Takeo... creo que podría proponerte algo que te interesará.
- Te escucharé solo porque te conozco y me da curiosidad que es lo que tienes para ofrecerme.
Habla!
- Ves este ejército? Todos están bajo mi mando.  Pronto acabaré con Sesshomaru.

Takeo lo miró y no pudo contener las ganas de reír.  Estalló en carcajadas en su propia cara.
- Perdóname Satoru. Pero como piensas acabar con Sesshomaru? Eres un Yokai muy fuerte, de eso no hay duda y eras uno de los guerreros más fuertes de Sesshomaru. Pero no eras tan fuerte como para acabar siquiera con el híbrido de su medio hermano, como acabarás con Sesshomaru?... no te ofendas pero llamemos la cosas por su nombre.

- No puedo decir que estás equivocado Takeo. Estás en lo correcto. Este ejército peleará por mi a cambio de un pedazo del territorio de Sesshomaru. Otros quieren sus concubinas, las
Yokais más hermosas de todo el país y yo lo único que quiero es la Miko.  El me humilló y yo no lo pasaré por alto. Así que primero lo destruiré y después me quedaré con la Miko.

ERES MI MUJERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora