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Hubo un momento de silencio...
- Inuyasha ha ido a cazar algo para la comida
(Dijo una voz en el fondo mientras se acercaba al grupo)

Los presentes se hicieron a un lado permitiendo a Kikyo de quedar a la vista de Kagome que simplemente se había paralizado por la sorpresa. Y no una agradable, más bien una sorpresa agridulce. Le alegraba ver a Kikyo viva, sus mejillas habían recobrado su color, las serpientes recolectoras de almas eran solo un recuerdo, ahora estaba viva al igual que ella. Pero eso podía significar una sola cosa: Kikyo e Inuyasha podían estar juntos.
El único impedimento para que estuviesen juntos cuando viajaban en busca de los fragmentos de la perla era la indecisión de Inuyasha, la presencia de Kagome no le permitía reunir el valor necesario para estar con Kikyo. Kagome penso para si misma que en estos años que estuvo ausente lo más seguro es que estén juntos. Las esperanzas de Kagome se fueron a la basura. Jamás esperó encontrarse con Kikyo.

- Kikyo... tú estás...
- Viva?... si, estoy viva.
- Pero cómo?
Kagome no podía ocultar su estupor.

- Cuando la perla fue destruida se te concedió un deseo. Tu deseo fue altruista. No pediste nada para ti. Deseaste que la perla fuese destruida y que todo volviera a la normalidad y que Inuyasha fuera feliz.(Ese es más de un deseo😅)
Efectivamente, todo regresó a la normalidad, yo no me esperaba regresar a la vida. Yo ya había cumplido con lo que me había propuesto, pero creo que al desear la felicidad de Inuyasha fui revivida pues en gran parte la felicidad de Inuyasha era yo. (Dijo Kikyo un poco apenada)

Kagome tragó fuerte para evitar llorar.
- Kagome, podemos hablar un momento?
- .... (Kagome respondió con un movimiento de cabeza)

Ambas se apartaron un poco de sus amigos, a su vez ellos les dieron el espacio que necesitaban para hablar.
Cuando por fin estuvieron solas, hubo un silencio algo incómodo. Kagome jugaba con sus dedos mientras miraba todo a su alrededor evitando el contacto visual con Kikyo.

- Kagome... se que estás incómoda y quieres evitar verme. Así que por lo menos escúchame.
Se muy bien que en el pasado no eras de mis personas favoritas, yo había muerto pero luego mi descanso eterno fue interrumpido por las artes oscuras de Urasue. Cuando vuelves a la vida de esa forma no vuelves como la persona que eras antes. La oscuridad te acompaña y estás llena de rabia, de dolor. Para mi fue duro combatir con ese lado oscuro, pues antes de morir mi misión en este mundo era hacer el bien. El odio que sentía hacia Inuyasha era producto de las artimañas de Naraku, y debo admitir que se las arregló para alcanzar su objetivo aunque en el fondo seguía amándolo, y también el odio y el amor que habían dentro de mí estaban en una lucha continua. Yo te odiaba, aunque también te admiraba secretamente por tu determinación, aunque este no fuera tu lugar. Sin embargo al descubrir que todo fue una trampa dejé el odio que sentía por Inuyasha a un lado, sin embargo seguía viéndote como un obstáculo porque Inuyasha en ese momento amaba a ambas y mi amargura por no estar viva por no poder tener una vida normal y tener que competir por el amor de Inuyasha me hacían odiarte. Si yo no hubiese revivido créeme que habrías tenido una oportunidad. Pero Inuyasha siempre fue de palabra y no podía estar ni con una ni con la otra. Cuando todo termino y tú te fuiste todo fue más fácil para el y para mi. Mi corazón fue purificado de toda oscuridad y mis sentimientos por Inuyasha seguían intactos. Al no estar tu aquí Inuyasha se sintió libre de poder elegir estar conmigo.
Así que dime... porque has regresado? Debo sentirme amenazada con tu presencia? No te odio pero no voy a negar que tu presencia pueda cambiar un poco las cosas o crear tensión. Qué intenciones tienes?

Kagome tenía un nudo en su garganta... miraba el suelo mientras escuchaba a Kikyo hablar.

Penso para si misma:
~ Ya no soy una adolescente, soy adulta y lo mejor siempre es enfrentar las cosas y hablar de forma clara y sin temor. Así que seré lo más honesta y directa que puedo.

ERES MI MUJERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora