CAPÍTULO 18

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Jimin sunbaenim

Hey, dónde estás? No te encuentro.


Jeongguk

En mi habitación...


Jimin sunbaenim

Oh


Jeongguk

Sunbae, dime que no estás en la biblioteca


Jimin sunbaenim

En mi defensa, nunca dijiste que

descansarías el fin de semana


Jeongguk

Y en la mía, tú nunca dijiste que

no tenías problema en vernos hoy


Jimin sunbaenim

Jajaja supongo

Entonces, nos vemos el lunes?


Jeongguk

No. Iré ahora, lamento haberte

medio-plantado :(


Jimin sunbaenim

No hace falta, Jeongguk

Puedo volver a mi habitación sin problemas


Jeongguk

No, mi complejo de culpa

no me va a dejar tranquilo si no

me muevo para tener la clase ahora


Jimin sunbaenim

Bien, te espero entonces



El apuro del menor fue tanto que ni siquiera pensó en salir de su cómodo pijama antes de correr en busca de Park. No fue hasta que el rubio se lo hizo notar que se dio cuenta de que vestía sus pantalones más sueltos y gastados junto con una camisa a la cual le faltaban la mayoría de los botones y, por ende, no hacía muy bien su trabajo de cubrir su cuerpo. La vergüenza del pelinegro fue evidente, pero Park insistió en que estaba bien, por suerte él había llevado un abrigo así que Jeon tuvo solución a su problema. Aunque, a decir verdad, Jimin lamentó un poco no poder admirar un poquito más el físico que su hoobae guardaba bajo ese pijama arruinado. Jeongguk siguió pidiendo disculpas, ahora no solo por haber llegado tarde a su encuentro, sino también por no haber sido consciente de su vestimenta. Agradeció en sus adentros que fuese un fin de semana y el lugar estuviese prácticamente vacío a esa hora, y también que su compañero no lo hubiese juzgado. Los dos dieron lo mejor de sí para concentrarse en la tarea del menor, quien ya en esa tercera clase que estaban compartiendo se sentía algo más suelto con la asignatura, generando ideas y respuestas casi que sin la ayuda de su tutor. Jimin, al ver lo concentrado e independiente que actuaba el pequeño, se dedicó más que nada a observar y alentarlo, sintiéndose orgulloso del impacto que su ayuda había tenido en él. Al cabo de tres horas más, el proyecto del chico estaba terminado y listo para entregar. El entusiasmo del estudiante fue tan grande, que no dudó en abrazar a su mentor al dar por finalizada su sesión de estudio conjunto. Park sonrió, sorprendido, y respondió al abrazo con toda la buena onda posible. Pero el mayor tuvo que separarse pronto y repentinamente, generando confusión.

byeol (별); pjm + jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora