CAPÍTULO 31

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Una semana. Una semana desde que Park Jimin se le había confesado a Jeongguk. A partir de ese entonces, las cosas habían sido un tanto distintas. En el mal sentido, lamentablemente. Porque no solo se había pasado el domingo encerrado en su habitación tras haberse confesado, sino que también corrió de sus clases a encerrarse en su dormitorio durante toda la maldita tarde los cinco días hábiles, teniendo a Yoongi como mesero personal ya que este se encargaba de llevarle comida de la cafetería, o se salteaba las que podía también. Su desempeño en clases seguía siendo bueno, por suerte, pero no estaba del todo en ello. De hecho, había tenido que copiar algunas cosas de internet para poder entregarlas de último minuto porque, obviamente, en su crisis interna no tuvo tiempo para ponerse a terminar tareas. Parecía que justo esos días todos los profesores tenían muchas ganas de dar guías extensas de preguntas o temas de investigación y debate. Jimin iba a explotar.


La verdadera razón por la que estaba tan atormentado con la idea de haberle dicho esa maldita frase a Jeongguk, era que sentía que estaba mal, en todos los sentidos. Primero, era un hombre que hasta hacía unas semanas estaba escandalizado por haber sido confundido por homosexual en un bar. Segundo, se suponía que sería un apoyo para él luego de descubrir toda la verdad sobre su marca y su familia. Pero ahí estaba el tonto, cayendo con un "me gustas" como si eso contribuyera de buena forma en la situación del muchacho. Por lo poco que había hablado del tema con él, sabía que Jeon no había estado nunca con un hombre, y que tenía inculcado el pensamiento de que eso en realidad estaba mal. También, había visto la actitud tan extraña de su hermano, y todo le daba a pensar que no tendría que haberse lanzado así. Sin contar con sus asuntos personales, como que no había meditado de ninguna forma su sentir antes de escupirlo. De todas formas, priorizaba (o eso intentaba) a Jeongguk, y era por eso que había estado evitándolo. Sin escribirle, sin cruzarse con el chico por ningún lado. Aunque, siendo completamente transparente, el paso de los días comenzó a llenarlo de decepción tras darse cuenta de que el menor no trataba de contactarlo siquiera por teléfono. Eso, sin dudas, le daba idea de la respuesta de Jeon a su terrible error. Se sentía casi enfermo, tanto que estaba a punto de darse la cabeza contra el escritorio por no poder terminar su tarea para la siguiente semana.


— Escucha. — Llamó Yoongi. Estaba sentado en su propia cama, y pidió tener la atención del contrario para continuar su milésimo sermón de la semana. — No vas a pasar otra semana así. Debes hablar con Jeongguk ya mismo.


Antes de que Park pudiera negarse, puso su dedo en alto para indicar que no era su momento de contestar.


— Sí, te le confesaste. Y apesta si es que no es recíproco. Pero, hombre, estás arruinando tu vida por culpa de ello sin siquiera haber enfrentado la situación. Hazme caso solo por esta vez, ¿quieres?

— No me da la cara para verlo.

— No hace falta poner la cara. Aunque a mí me gustaría que lo hicieras en persona, supongo que si eso no te hace sentir cómodo, podrías buscar otra alternativa.


Silencio. En todos esos días, Jimin nunca había pensado la idea de contactarlo por un medio que no fuese frente a frente, porque le parecía una idea nefasta hablar de algo como aquello de una forma tan impersonal. Pero, a la vez, le daba demasiado pánico enfrentarlo cara a cara, por ello se había esmerado tanto en que eso no pasara. Ahora que Yoongi le había abierto los ojos, comenzó a meditar la idea de sacarse ese peso de su pecho con una llamada, tal vez incluso sería más cómodo para Jeongguk también. Entonces, después de decidir que haría caso a los pedidos de su amigo, se esforzó y concentró el doble en sus proyectos pendientes. Y aunque los terminó solo después de la hora de cenar, se sintió confiado cuando por fin pudo tomar su teléfono. Min le había prometido darle privacidad, así que esa noche se había ido a la biblioteca para estudiar un poco después de haber cenado con él en el cuarto.

byeol (별); pjm + jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora