CAPÍTULO 38

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Kim Namjoon había corrido lejos de la habitación que compartía con Jeongguk luego de haber cumplido con su misión. Sin embargo, estaba tan nervioso al respecto que decidió que lo mejor era pasar tiempo con su novia para distraerse un poco. Fue cuando estuvo en la habitación de Hong Misuk que pudo mandarle a Jimin un mensaje con el número de Jeon Wooseok.


Una vez que el rubio tuvo en su poder la información que necesitaba, no solo agradeció a quienes lo ayudaron sino que también decidió buscar apoyo en su compañero de cuarto para reunir valor antes de hacer lo que tanto le preocupaba. Ensayó varias formas de decirle a Jeon Wooseok lo que pensaba, fingiendo que Min Yoongi era el chico detrás de la línea, y no fue hasta unos cinco intentos después que se sintió lo suficientemente cómodo como para intentar llamarlo de verdad. Iría directo al grano, nada de mensajes previos ni vueltas. No tenía mucho tiempo, después de todo.


Yoongi salió de la habitación a sabiendas de que su presencia allí solo causaría más nervios en su compañero. Se quedaría cerca en caso de que el chico lo precisara en algún punto, pero le daría su espacio de todas formas. Era algo que le correspondía resolver a Park por su cuenta, así que lo mínimo que podía hacer era darle al rubio su momento de tranquilidad y un ambiente seguro en el cual llevar adelante sus ideas.


Cuando estuvo solo, el chico no pudo evitar sentir ganas de llorar por lo que estaba a punto de pasar. No creía que el hermano de Jeongguk fuera mala persona, pero no se sacaba de la cabeza las imágenes de aquella primera vez que lo vio, y como el chico se notaba tan incómodo cuando de su cercanía con Jeongguk se trataba. Estaba seguro, casi al cien por ciento, de que su presencia no había sido muy grata para él, y eso lo llenaba de cierto resentimiento que esperaba poder controlar al momento de tener la charla que se les avecinaba a ambos.


Se sentó en su propia cama y suspiró varias veces antes de animarse a marcar el número que Kim Namjoon le había enviado. Sabía que una vez apretado el botón no iba a haber vuelta atrás en su maravilloso plan, y que ya tendría que enfrentar, por fin, lo que tanto temía. Lo único que logró darle cierta fuerza fue recordar la razón principal por la que estaba haciendo eso: la felicidad de Jeongguk. Su comodidad, y asegurarse de que el chico tuviera un lugar seguro donde acudir eran los único propósitos del rubio a la hora de enfrentar a Jeon Wooseok. Porque Jimin necesitaba, más que nunca, cerciorarse de que Jeongguk tuviera un buen lugar donde ser él mismo, que no fuera junto a él. Porque si las cosas resultaban diferentes a lo esperado y Park no era su alma gemela, entonces al menos intentaría que su hermano, la única parte de la familia que parecía apreciarlo un poco, le diera una buena contención y acompañamiento en su elección de vida, en su persona. Jeongguk no merecía menos que eso.


Con todo eso en mente, presionó el botón de llamar sin más preámbulos, y tomó aire cuando escuchó un hola del otro lado. Al principio, no pudo emitir sonido, pero por suerte logró recomponerse antes de que el hermano mayor de su novio rompiera con la llamada, presentándose oficialmente. Antes de que el chico preguntara, aclaró que Jeongguk no tenía ni idea de que estaban teniendo esa conversación, y que había sido mérito propio llamarlo. Aclarado aquello, pensó que lo mejor sería hablar directamente de lo que pretendía.


— Wooseokssi, llamé porque quiero preguntarte algo. Y necesito que seas absolutamente sincero al respecto, ¿puedo tener esa certeza?


La voz del contrario tardó en escucharse, pero al menos fue una respuesta positiva. Y aunque era lo que Park esperaba, no pudo evitar el impulso de querer tirarse para atrás en su plan. Suspiró antes de soltar la gran pregunta.

byeol (별); pjm + jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora