byeol (별); pjm + jjk

CAPÍTULO 24

Yoongi no se quejó, como haría usualmente, cuando Park comenzó a dormirse sentado en la mesa de la cafetería. El chico no había querido almorzar, pero supuestamente le daría compañía a su mejor amigo para que este no se aburriera mientras lo hacía. Sabía que el rubio estaba más que alterado por la desaparición de Jeongguk, y entendía que era mucho pedirle un buen descanso. De hecho, la noche anterior lo había escuchado lloriquear y tirar su teléfono con brusquedad una y otra vez sobre la cama, esperando por un mensaje suyo. Respetaba el espacio del muchacho, que le había pedido por favor que no lo molestara o podría acabar por reaccionar mal, pero a la vez estaba bastante preocupado. A ese punto, incluso Min quería salir a buscar al menor.

Cosa que no hizo falta. Porque de repente, observando aleatoriamente la fila para comprar comida, se cruzó con el perfil de Jeongguk. Dudó por un momento, pero terminó por reconocerlo en su totalidad, y pensó si lo correcto era decirle a su amigo. Conociendo a Jimin, estaba seguro de que era capaz de montar una escena terrible de encontrarse con él al momento. Y aunque no conociera del todo al menor, sabía que si se había alejado del edificio tanto tiempo era por algo, y que si no había contactado a Jimin aún también habría de tener sus razones. Entonces siguió comiendo, en silencio, pateando al rubio por debajo de la mesa de vez en cuando para prevenir que comenzara a montar un espectáculo de ronquidos en medio del lugar. El chico sonreía con pena cada vez que se despertaba, y el contrario no podía evitar vigilar la fila de tanto en tanto, clavando la mirada en Jeon. Por suerte, el pelinegro parecía no notarlo, pues no estaban tan cerca de allí. Sus miradas solo chocaron una vez que el chico terminó su compra de ese mediodía, cuando volteó para emprender camino quién sabía dónde. Yoongi intentó, con su mirada, explicarle todas sus dudas, hacerle saber que le debía una explicación. No a él, sino a la persona sentada en su misma mesa.

La intensidad del juego de miradas entre ambos fue tan grande que Yoongi no pudo detener a Park cuando este se levantó de repente de la mesa para correr en dirección a su presa, quien ya estaba totalmente distraído. Min corrió detrás de él de todas formas, y por suerte lo alcanzó antes de que estuviera sobre Jeon. Jimin quiso soltarse de su agarre, como si de una bestia se tratara, no con mala actitud, pero sí con demasiado nerviosismo. ¿Por qué su amigo le estaba haciendo eso ahora mismo?

— ¡Suéltame, Yoongi! — Pidió mientras el chico hacía lo imposible para frenarlo, llegando a quedar frente a él para tapar su vista del otro muchacho, quien se había parado en seco al escuchar los gritos del mayor, pero sin voltearse. — Déjame ir a hablar con él.

— ¡No! ¡Debes esperarlo, Jimin!

— Llevo esperando días. ¡Déjame ir! — Forcejeó contra los brazos de su par. Logró zafarse, y cuando lo hizo miró hacia el frente en busca de Jeon. Efectivamente, el chico no se había movido. — ¡Jeon Jeongguk!

Corrió hasta él sin necesidad de que el otro respondiera. El aludido simplemente esperó a que el rubio se parara frente a él, bastante molesto por su actitud. Aunque, al ver la cara del más pequeño, Park no pudo molestarse por no haber recibido respuesta en todos esos días. Al contrario, sintió tristeza al mirarlo a los ojos, notando que era eso lo que el más alto estaba sintiendo. Jeon no le devolvió el abrazo que le regaló segundos después, pero sí lloró un poco mientras lo recibía. Fue entonces que Min se acercó a ellos para hacerles saber que estaban montando una escena en medio del edificio principal, y por ello Park dio el paso para que pudieran charlar tranquilos, pidiéndole que lo siguiera. Le hizo una seña a Yoongi antes de marcharse, dándole a entender a dónde lo llevaría.