TRAVESURAS DE UNA PRINCESA - YOON GI

Capitulo: 106 "La huida de Sun Hee" "él me quiere a mi..."

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"Vaya vaya fui abandonada en esta suite y mi esposo quien sabe donde puede estar"  se dijo así misma.

Bebio otra copa de vino.

Miro la mesa de centro y vio la cuarta botella medio vacía y miro el reloj y era más de las tres de madrugada, y no habia señales de Yoongi.

—Sun Hee no deberías confiar en los hombres — se dijo así misma hablando sola ,

Medio mareada se miro el vestido.

— te compro un vestido para luego abandonarte aquí jajaja.— se quito los zapatos y los dejo en un lado y se puso de pie, se sintió totalmente mareada y la cabeza le daba vueltas.

"Son solo cuatro botellas"

En la mesa de centro no solo había cuatro botellas de vino vacias, tambien dos botellas pequeñas de cerveza.

Sun Hee camino hasta el balcón y miro las calles vacias y las luces de la ciudad, eran como las estrellas del cielo, ella sonrió y se volvió hacia la puerta al sentir una puerta cerrarse.

Con la copa de vino en la mano camino arrastrando los pies de regreso al salón, y vio a su Yoongi parado ahí viéndola, y después las botellas vacías en la mesa de centro.

—¿Sun Hee?— le hablo Yoongi a su esposa viéndola caminar hacia él y una copa de vino medio vacía en sus manos.

Ella se fijo en él ,pestañeo varias veces preguntándose — ¿por que hay dos Yoongi?Jaja... — luego se rio de si misma.

Había bebido demasiado.

"Creo que bebí demasiado."

—¿estas borracha?.— él no supo que más decir, le quito la copa de vino de su mano.

Con delicadeza la llevo de la mano hacia el sofá y la sentó y él junto a ella, pero Sun Hee tercamente se puso de pie y lo miro enojada.

"¿Donde estaba este hombre y el por que la dejo sola?."

La expresión de Yoongi era de ternura, al ver a su esposa borracha y con la cara roja y los labios rojos.

El sonrió al verla enojada, se veía adorable y hermosa con la cara roja.

— ¿por que estas viéndome así?¿te parezco linda así? ¿Adorable?— ella estaba demasiado mareada,  sonrió y se acerco a él inclinándose hacia su rostro y se puso juguetona.

Ella le acaricio la mejilla y sonrió.

— tengo un esposo muy guapo.

—¿te parezco guapo?— pregunto él siguiéndole el juego.

—Muy lindo y guapo. — le dijo ella y se sentó sobre su regazo, él rodeo sus manos por sus caderas y su cintura.

—¿yo te parezco linda?— pregunto ella rodeando sus delgados brazos en el cuello de su marido.