Counting Stars [ 2T MPP ]

Capítulo 36. [Parte 2]

JUDY 'S POV.

Viernes 13 de abril de 2010 una fecha que marcó por siempre mi vida. Me acuerdo de cada detalle de aquel día como si hubiese ocurrido ayer, y creo, que por eso aún me sigue doliendo. No puedo olvidarlo...

Estábamos en casa, era el último viernes antes de que empezara de nuevo el instituto tras las fiestas de Pascua. Mi padre era profesor de astrología en la universidad y de vez en cuando nos llevaba al gran observatorio que había cerca de casa.

*FLASHBACK*

- Hoy iremos al observatorio. ¿Qué os parce chicas? - Dice mi padre mientras irrumpe la interesante conversación que estaba teniendo con Sharon sobre su novio. Nótese mi ironía.

- Pero si ya fuimos hace un mes papá... - Dice ella mientras rueda sus ojos y yo me río. Que poco le gustaba aquel sitio. - El universo no ha cambiado de la noche a la mañana.

- Pues yo si quiero ir. - Me levanto de la cama y abrazo a mi padre. - Venga Shary, si no tienes nada mejor que hacer. - Ella resopla.

- Está bien... - Choco los cinco con mi padre. - Iré.

*FIN DEL FLASHBACK*

Después de aquello, cambiamos nuestros pijamas por una ropa decente y calentita, ya que en Madrid por aquellas fechas aún hacía frío. Subimos al coche y nos dirigimos hacia el hospital donde mamá trabajaba. Le dimos una sorpresa, ella no sabía que iríamos a recogerla. Me acuerdo como sonreía al vernos después de trabajar durante toda la semana y sin casi vernos.

Pusimos rumbo al parque de El Retiro y andamos un tramo hasta llegar al Observatorio Nacional. Mi padre, como no, conocía a toda persona que se cruzara con nosotros. Saludaba enérgicamente, se le veía muy feliz. Mi hermana seguía apegada a su móvil, hablando con su nuevo novio Borja. Cada dos meses cambiaba de chico, decía que no le aportaban nada y a los pobres, los dejaba destrozados. Mi hermana acaba de cumplir los 17 por aquellos tiempos y vivía la vida. Cada fin de semana se iba de juerga con sus amigas y volvía a las tantas de la noche. Sharon era realmente guapa y la verdad, no me extrañaba que los chicos quisieran salir con ella.

Llegamos hasta el gran telescopio que se situaba al fondo de aquel edificio. Mi padre empezó a abrir las compuertas del techo y a encender los ordenadores. Era todo un experto. Yo me quedaba fascinada cuando me explicaba la forma de las constelaciones y como podías verlas. Tenía 15 años, pero aquella pasión que él ponía para contármelo, yo también la había heredado. Aquella noche estaba un poco nublada, pero aún se podía ver la media luna, la estrella polar y la constelación Leo.

*FLASHBACK*

- Chicas, tengo una sorpresa para vosotras. - Nos dice a las tres mientras saca tres hojas y las esconde detrás de su espalda.

- ¿Qué es? - Digo impaciente.

- Tranquila pequeña, primero elige una estrella la que más te guste.

- Mmm... La que parece el ojo de Leo. - Digo mientras me separo del telescopio y dejo que mi padre mire por él. - ¿Y ahora qué?

- Déjame que apunte las coordenadas de la... - No le dejo termina.

- ¡Déjame a mi! Yo ya sé hacerlo. - Digo orgullosa.

- Está bien, toma esta hoja y apunta las coordenadas aquí. - Señala y yo mientras leo el título. "Estrella de Judith Lafuente."

- ¿¡TENGO UNA ESTRELLA!?

- ¿Se puede comprar una estrella? - Dijimos mi hermana y yo al mismo tiempo.

- Claro que si chicas, y yo os he comprado una para cada una.

- Gracias. - Dijimos las tres al unísono y nos abrazamos las tres a él al mismo tiempo.

- Eres el mejor marido y padre que cualquier chica podría desear Carlos.

*FIN DEL FLASHBACK*

Mi madre tenía 34 y mi padre 36. Eran jovenes aún y les gustaba demostrar que se querían. Su historia era realmente divertida, ya que gracias a un antiguo pub de Madrid, se conocieron cuando acababan de empezar a trabajar en aquel sitio para pagarse sus estudios en la capital. Y si, a mi hermana y a mi nos tuvieron pronto, pero no les supuso una carga, sino todo lo contrario, una alegría. Eramos una familia algo diferente. Un profesor de astrología y una enfermera tiene a dos chicas de ojos marrones, donde a una le gusta cantar y la fotografía y a la otra le encanta el diseño de ropa y todo lo que tenga que ver con la moda. Cuando rellenamos los papeles, salimos del observatorio y nos subimos al coche. Mi hermana se había empeñado aquel día en querer ir en el asiento de copiloto.

*FLASHBACK*

- ¿Podríamos ir a cenar algún sitio? ¿Tu que dices Carlos ?

- Como queráis. Morenitas ¿Qué opináis?

- Podríamos ir al nuevo restaurante que han inaugurado en Sol. - Dice mi hermana.

- No es nuevo, es donde ha conocido a su nuevo novio, Borja.

- ¡Judith! - Grita mi hermana y yo río. - No es mi novio. Es un amigo. - Aclara.

- Si claro.

- Chicas... - Dice mi madre. - No pelearos, y Judy, no cabrees a tu hermana. - Sharon me saca la lengua y yo la fulmino con la mirada.

- ¿Y donde está ese restaurante? - Pregunta mi padre.

- Yo te voy indicando.

- ¡Papá dale voz! ¡Corre! - Empezaba a sonar "Blanco y negro" de Malú, nuestra cantante favorita de la cual no nos perdíamos ningún concierto suyo ninguno de los 4.

- Dicen que el amor es suficiente, pero no tengo el valor de hacerle frente, tu eres quien me hace llorar, pero solo tú me puedes consolar... Te regalo mi amor, te regalo mi vida, a pesar del dolor eres tu quien me inspira, no somos perfectos solo polos opuestos, te amo con fuerza...

*FIN DEL FLASHBACK*

- Escuché un gran claxon y perdí el conocimiento durante 5 horas. - Quité las lágrimas que se le había formado a Marc. - Después me enteré de que mi hermana y mi padre murieron en el acto cuando el camión se estampó contra nosotros. Pasaba la tasa de alcohol permitida para conducir... - Quito también mis lágrimas. - Y bueno, la luna es por mi padre y el nombre, por mi hermana.

- Lo siento...

- No pasa nada. - Sorbo con la nariz y me acurruco en él lo más que puedo. - No se lo había contado a nadie.

- Siempre seré el primero. - Suelto una pequeña carcajada. - Así me gusta más. Sonriendo.