Capítulo 2.

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JUDY 'S POV

¿Ha dicho nuestra? ¿Pero cuantas personas viven en un piso? Subimos en el ascensor que se encontraba al lado de una inmensa escalera de mármol. Aquello era todo un lujo. Lau presionó el número 8, la última planta. Iban pasando los números por la pantalla hasta que llegó. Se abrieron las puertas del ascensor y me encontré con una puerta azul celeste y con un signo, representando un atrapa sueños.

- Bonita entrada.

- Gracias, es obra mía. No me gustaba el color negro así que la modifiqué un poco. - Sacó las llaves de nuevo y abrió la puerta. - ¿Hay alguien en casa? - Nadie respondió. - Se habrá ido a trabajar.

- ¿A parte de ti quien más vive en este piso? - Dije cerrando la puerta detrás de mi y arrastrando la maleta por el pequeño hall como podía.

- Con una chica más, se llama Sara. Bueno, y ahora tu. - Sonrie. - He visto en tu matrícula que vienes de España.

- Eh si...

- Sara también es española igual que tú.

- Interesante. - Inspeccioné la habitación, y se trataba de una habitación blanca a conjunto con los muebles y sofá de estilo moderno.

- Deja a un lado la maleta. Voy a buscar el botiquín. - Ya no me acordaba de mi muñeca, pero al moverla me dio un pinchazo. - Ya estoy aquí, déjame que la vea. - Cogió mi mano y la movio.

- ¡Ay! Duele...

- Solo la tienes un poco hinchada, nada que no se pueda curar con un poco se inmovilidad estos dias.

- ¡Bien! - Dije sarcásticamente. - Acabo de llegar y ya estoy lesionada. - Vendó mi mano y me miró.

- Bueno cuéntame cosas sobre ti. - Se sentó en el sofá y hizo una seña para que ma acompañase. Así hice.

- Pues no se...

- Oye, no seas vergonzosa. Si vamos a tener que vivir juntas, quiero saber si quien duerme a mi lado es una psicopata que me va a matar. - Vale, eso tubo gracia. - Mejor te hago yo preguntas.

- Sip.

- Haber... ¿De que parte de España vienes?

- Vivo en Madrid desde hace muchísimos años, pero tengo raices gallegas y alicantinas.

- Wow. Sara tambien es de Alicante. Y dime ¿Haces algún deporte?

- Salgo a correr los sábados por la mañana. Así tengo tiempo para pensar y me despejo.

- Es una buena opción, nosotras salimos con el penny y damos una vuelta de vez en cuando.

- Si vais siempre a la misma velocidad, os habréis caído varias veces. - Dije oprimiendo una risa.

- Si, por eso tengo marcas de guerra. - Se arremangó la manga izquierda de la chaqueta y a la altura del codo se veía una cicatriz. - Al caerme me rompí el codo y tuvieron que operarme.

- ¿Y aún sigues patinando?

- ¡Claro! Es mi hobbies y aunque me rompiera las dos piernas, encontraría la forma de seguir practicándolo. - Esta chica tiene mucho carácter y extrovertida, no como yo. - ¿Y tienes algún hobbie a parte de correr?

- Bueno... Hago covers, toco la guitarra y el piano.

- Cántame algo.

- ¿Ahora? No, no soy capaz...

- Venga, si seguro que lo haces bien.

- Esta bien... - Cogí aire, lo solté poco a poco y empecé a cantar "Rude" de Magic.

- Tienes una voz... Como se dice en español... ¡Ah! Genial, eso. Tienes una voz genial.

- Gracias. - Me sonrojé. Vaya, sabe castellano.

- ¿En qué modalidad estás apuntada? Digo, en la universidad.

- En Artes de la Imagen.

- Igual que Sara. Yo estudio el Arte de la Pintura.

- ¿Te gusta dibujar no?

- Me encanta. Mira, ese cuadro de ahí enfrente es mío. - Señaló una arboleda con distintos verdes que estaba enmarcada en un cuadro plateado. Podría pasar por una fotografía perfectamente.

- Eres muy buena.

- Gracias. Y ya solo una última pregunta, sino pareceré yo la psicópata.

- No te preocupes. - Sonreí.

- ¿Cómo te gustan los chicos? - Ante aquella pregunta agache la cabeza, ya que notaba como mis mejillas ardían. Ese tema me daba mucha vergüenza, no estaba acostumbrada a ese tipo de preguntas.

- Lo siento, no quería molestarte...

- No pasa nada Lauren, ha sido culpa mía. No estoy... No me acostumbro a esas preguntas, solo eso. - Ella sonrió y se levantó del sofá.

- ¿Quieres que te enseñe tu nueva habitación?

- Si, por favor.

Me levanté y cogí la maleta con la mano derecha. Andamos por el pasillo, pasando por una pequeña cocina con un ventanuco, hasta la puerta del fondo. Abrió la puerta y me quedé mirándola. Tenía las paredes de gotelé y la puerta del pequeño balcón blancas, el suelo era de antiguas losas que dibujaban una estrella en blanco y el fondo granate-marrón por el desgaste, los muebles y las revestidas de la pared en madera y, un espejo a cuadros que atravesaba en vertical la pared. Tenía su encanto.

- La puerta de la izquierda en el pasillo es el baño y las de la derecha la nuestra. Esta que lleva la L en negro es mía, claro está. - Dijo riéndose y señalando la puerta contigua a la mía. - La que lleva la S es la de Sara y ahora en cuanto te instales, dibujaré la J en la tuya.

- Muchas gracias Lau. - Le di un abrazo y me separé de ella.

- No hay de que, y ahora te dejo con tus cosas.

Tras aquello cerró la puerta y lo primero que hice fue tirarme en la cama. Recorrí la habitación con la mirada. "Bienvenida a tu nueva habitación Judy." Dijo mi subconsciente.

Counting Stars [ 2T MPP ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora