Counting Stars [ 2T MPP ]

Capítulo 37.

MARC 'S POV.

Último día de vacaciones. ¿Hay peor tortura? Empezamos a hacer las maletas de nuevo para poder llevarlas a nuestros respectivos pisos. Creo que en mi maleta hay menos ropa de la que traje. ¿Donde está?

- Judy ¿Has visto mis dos sudaderas? - Digo mientras rebusco en mi armario de nuevo.

- ¿Te refieres a estas? - Me doy la vuelta. Una de ellas la lleva puesta y la otra está en su maleta.

- Exacto.

- Pues son mías. Me gustan.

- Entonces me quedo sin ellas ¿No?

- Ajá. Si quieres vamos esta tarde al centro comercial y compramos.

- ¿Y no sería mejor que me las dieses? - Suplico. ¿He dicho alguna vez que odio ir de compras? ¿No? Bueno, ahora ya lo sabéis.

- Nop. Además, tienes que probar la moto haber si funciona bien. - Sonríe y yo niego con la cabeza. - ¿Por qué no?

- Voy a venderla. - Digo tajante. - Demasiados problemas ha causado esa moto.

- En parte tienes razón, pero por un accidente del cual no tenemos culpa no deberías hacerlo cuando es una de tus pasiones. Porque no me puedes negar que te encanta competir.

- No lo niego, pero no quiero que a ninguno de los dos nos pase nada más. ¿De acuerdo? - Asiente y yo sonrío levemente.

- De todas formas podemos ir en metro hasta las tiendas. - Me guiña un ojo y yo los ruedo. Nada, que no me libro.

***

- Judy ¿No te parece que llevamos ya bastante ropa? - Miro las 5 prendas que lleva colgadas del brazo y las dos bolsas que yo llevo en mis manos.

- Solo me falta el sombrero Marc. No me decido.

- ¿No son iguales? - Digo sorprendido graciosamente.

- ¡No! Son diferentes.

- Vale, vale. - Miro a mi alrededor, cojo una pamela rosa a conjunto con unas gafas de sol y me las coloco. - Me queda divino todo ¿A qué si? - Ríe descontroladamente y me encanta.

- Estás divina Marta.

- Me llamo Marta. - Imito como si fuese una chica pija. - Y soy súper cool, ósea, lo más de lo más. - Ella coge una gorra muy al estilo hipster de tío y se arremanga las mangas de su jersey.

- Hey hermano, soy J y vivo la vida. Me tiro a tres tías un mismo día ¿Sabes? - Me cojo la barriga para que pare el dolor de tanto reír. Escuchamos una tos fingida detrás de nosotros.

- Si no vais a comprar todos esos accesorios os agradecería que lo dejaseis en su sitio. - Dice una mujer mayor amargada, seguro.

Judy y yo nos miramos. Creo que hemos pensado lo mismo. Nos quitamos las prendas tirándolas por todos lados, hasta la ropa que ella llevaba, y corrimos por toda la tienda hasta salir de ella, escampando cosas por nuestro camino. Seguimos corriendo hasta la puerta del centro comercial y riendo.

- ¿Has visto como nos gritaba esa mujer? - Dice mientras se sienta en la acera, apoyada en la pared. La imito.

- Gritaba como una posesa. - Recuperamos la respiración y ella se apoya en mi hombro. - ¿Estás bien?

- Si, solo que estoy cansada. Y tengo hambre la verdad. - Miro el reloj y son las 3 de la tarde.

- Te invito a comer. - Me levanto y le tiendo la mano. - ¿Donde quieres ir?