Abro los ojos y tardo unos segundos en recordar donde estoy. Busco con la mirada a Ethan pero no lo encuentro. Me siento sobre la cama y tras recogerme el pelo en una coleta me levanto. No se como pero la casa de Ethan me hace sentir como si fuera mi propia casa. Veo la puerta abrirse y sonrío cuando Ethan aparece con una taza de café en la mano y me la ofrece.
-Buenos días -me desea-. Espero no haberte despertado.
-No, ya estaba despierta.
Sorbo un poco del café y el sabor amargo me despierta. Me aparta un mechón de la frente y me lo pasa por detrás de la oreja, me mira a los ojos mientras pega nuestras frentes y me besa con suavidad.
-Nunca olvides que te amo desde el día en el bosque, desde el día en que entré por tu ventana. A pesar de todo siempre estaré ahí para ti -me confiesa a la oreja.
-Gracias -le digo, y sabe que me refiero a todo lo que ha hecho por mi-. Y siento mucho lo que pasó ayer. De verdad. Fue un error. Nunca más lo haré. Te quiero.
Cada uno de nuestros besos son cada vez más y más apasionados. Me quita la taza de la mano y la deja en la mesilla. Nos tumbamos sobre la cama y me quita la camisa, tirándola al suelo. Se desabrocha la suya y recorro su pecho cálido con las manos. Pasa las manos por mi espalda y se aferra al cierre de mi sujetador. Echa la cabeza hacia atrás para mirarme a los ojos y espera mi consentimiento. Sin soportar que su cuerpo se separe del mio, lo beso con fuerza y le asiento con la cabeza sin apartar nuestros labios. Con un rápido movimiento lo desabrocha y pasa las manos por mi espalda. Una melodía suena por toda la habitación y Ethan se separa de mí soltando un gruñido de fastidio. Coje mi móvil de la mesilla y me lo acerca.
-Coje, tal vez sea importante.
Me siento para atender y veo en la pantalla el nombre de Edrielle.
-Hola Edrielle.
-Hola Abby, necesito hablar contigo, por favor, ¿Vendrías en un rato a mi casa? -me pide.
-Claro, estoy cerca, en casa de Ethan. ¿Pero ahora? Me pillas ocupada.
-Es urgente.
-Vale, voy en un momento -cedo.
-Te espero -y me cuelga.
Se me acelera el corazón al pensar en cómo debe de estar. ¡Besé al chico que le gusta! ¿Qué clase de amiga hace eso? Con un mal sabor de boca me levanto de la cama y me vuelvo a abrochar el sujetador con fastidio.
-¿A dónde vas? No te vayas -pide Ethan desilusionado.
-Lo siento -me disculpo con un gesto de perdón-. Edrielle me pide que vaya a donde ella, que es urgente. Volveré lo antes posible, te lo prometo.
Me pongo la camisa del suelo y me calzo los zapatos. Antes de irme le planto un beso en la mejilla a Ethan y me apresuro a salir. Cojo el camino más corto a la casa de Edrielle y en el camino pienso en cómo disculparme: <<Perdón por besar a tu amor platónico>>, no, demasiado directo, tal vez rogándole o llorando o... Me como la cabeza durante todo el camino y el pavor me invade cuando llego a su puerta. Con las piernas temblorosas toco el timbre y rezo para que tenga piedad conmigo.
-¡Hola! -me saluda, apareciendo por detrás de la puerta.
-Hola -murmuro, poniéndome aún más nerviosa por su comportamiento alegre.
Me hace pasar al salón y me sienta en el sofá.
-¿Quieres algo de tomar? -me ofrece.
-No, gracias -miento. La verdad es que ni he desayunado pero ahora mismo estoy muerta de miedo. Para acabar ya de una vez comienzo a hablar:- Lo siento mucho, mucho por haber besado a Edward. Estaba borracha y no era consciente de lo que hacía. Por favor, perdóname.
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Reina Bruja
FantasyAbby, una adolescente común de 17 años, descubre que su madre era un bruja suprema, la reina de las brujas, y eso convierte a Abby en la futura reina bruja. Tiene solo tres meses para prepararse y adentrarse en el mundo brujo hasta su coronación, pe...