Ethan:
No, no puede ser esto, no puede estar pasando. Abby está muerta en mis brazos y todo por culpa de Tekeo. Hay demasiada sangre, empapando todo el vestido, mis manos y el suelo.
-Estás bien, te vas a poner bien -repito una y otra vez, más para convencerme a mí mismo que a ella.
Su hermoso rostro se va apagando en mis temblorosas manos.
-¿Es que no recuerdas tu relación con Stella? -le espeta Jace-. ¡Ella es tu hija y la acabas de matar!
-No, no es cierto -ruge Tekeo-. Ella me lo habría dicho, se escapó.
Tekeo, estupefacto, sale corriendo del palacio y Jace, Edward y Mike van tras él. A mis espaldas aparecen Edrielle y Jackson.
-¡Edrielle, traeme el bolso de Abby! -le pido apresurado.
Sin preguntar se transporta a la habitación para no perder tiempo y aparece con el bolso en la mano. De él saco el libro de hechizos que siempre llevaba encima, busco la página de resurrección y cojo la gema ensangrentada de Abby.
-¿Estás loco? ¡Ni siquiera yo puedo hacer ese hechizo! -me dice Jackson.
-¡¿Y qué más quieres que haga?! -le grito.
-<<Resuscitatur, omnes vires universi invoco ut hic homo ultimo spiritu renascatur>> -pronuncio el hechizo concentrándome.
La gema comienza a brillar y espero. Pero no mueve ni un dedo.
-Yo te ayudo -dice Edrielle, arrodillándose junto a mi. Me coge las manos, las tiene temblorosas y las mejillas empapadas de lágrimas. Volvemos a pronunciar el hechizo y a la tercera Jackson también se une. Las tres gemas brillan pero Abby sigue igual.
Muerta.
-No -murmuro-. No podemos dejarla así. No puedo vivir sin ella.
EL PRÓXIMO DÍA
Son las diez de la mañana y no he pegado ojo en toda la noche. En unas horas será el funeral de Abby. Pero no puedo quedarme de brazos cruzados. Corro hasta el castillo de Stella y busco entre sus numerosos libros. Algo tiene que haber aquí. Encuentro un libro de hechizos antiguo y veo que hay uno para revivir, pero es el mismo que usé ayer. Me paseo por la biblioteca, sin saber qué hacer, negando la idea de no actuar ante esto. Cuando una luz llama mi atención, me giro y veo que proviene del cetro. Una idea se me pasa por la cabeza y no estoy dispuesto a dejarla ir. Lo cojo y corro al palacio donde se celebra el funeral. En la puerta todo el reino se ha apilado en su honor, vestida de negro y con flores en las manos. Me adentro a codazos y corro al ataúd, sin un segundo que perder. Todos están alrededor de ella.
-¡Tengo la solución! -grito.
Abro la tapa del ataúd de cristal y me encuentro con el pálido rostro de Abby. Me arrodillo y abro el libro sobre el suelo, saco la gema del cuello de Abby y me la pongo. Empuño el cetro con las dos manos con fuerza.
-No va a funcionar -me dice Jackson-. Déjala en paz.
Ignoro sus comentarios pesimistas y recito el hechizo:
-<<Resuscitatur, omnes vires universi invoco ut hic homo ultimo spiritu renascatur>>.
No se mueve. Jackson tenía razón, no estoy preparado para esto.
Siento la mano de Edrielle en mi hombro, creo que me va a ayudar a levantarme y a consolarme pero veo de reojo una luz blanca. Una energía me recorre por todo el cuerpo y siento fuerzas. Me está pasando su energía. Vuelvo a recitar el hechizo y apunto con la punta del artilugio a Abby.
Espero. Al no ver cambios me derrumbo en el suelo.
-Lo has intentado -trata de consolarme Edrielle.
-Podría haber hecho más.
Siento lágrimas resbalar por las mejillas y una sensación de vacío crece en mi.
-¡Eh! ¡Mirad eso! -dice Mike.
Una luz sale del cetro y rodea el cadáver. El cuerpo de Abby levita en el aire, alrededor de una nube morada. Me levanto del suelo y miro asombrado. Vuelve a bajar al ataúd y después de unos minutos su pecho comienza a subir y bajar. El color de su piel cambia a uno más rojizo, signo de que la sangre fluye. Empieza a parpadear y abre los ojos. Levanta el pecho y se sienta. La primera persona a la que ve es a mí.
-¿Ethan? -pregunta, desconcertada.
-¡Abby! -exclamo de alegría.- ¡Ha funcionado!
Me abalanzo sobre ella para darle un abrazo mientras la beso.
-Te quiero, te quiero Abby, no puedo pasar ni un solo día sin ti. No sé cómo era mi vida sin ti -le susurro, sin soltarla.
-No sabes cuanto miedo he pasado -me dice, entre lágrimas.
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Reina Bruja
FantasyAbby, una adolescente común de 17 años, descubre que su madre era un bruja suprema, la reina de las brujas, y eso convierte a Abby en la futura reina bruja. Tiene solo tres meses para prepararse y adentrarse en el mundo brujo hasta su coronación, pe...