sesenta y tres

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—Supongo que ahora lamentarás haberte dado de baja de Adivinación, ¿verdad, Hermione? — Parvati Patil le preguntó a Hermione mientras enroscaba sus pestañas alrededor de su varita, examinando el resultado en el dorso de su cuchara

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—Supongo que ahora lamentarás haberte dado de baja de Adivinación, ¿verdad, Hermione? — Parvati Patil le preguntó a Hermione mientras enroscaba sus pestañas alrededor de su varita, examinando el resultado en el dorso de su cuchara.

Estaban desayunando, dos días después del anuncio del nuevo maestro de Adivinación. Esa mañana, tendrían su primera lección de Firenze y Faith estaba ansiosa por hacerlo, sabiendo bastantes cosas sobre los centauros.

—Pues no, la verdad —se encogió de hombros Hermione, sin levantar la vista de la lectura del Diario El Profeta—. Nunca mehan gustado los caballos.

Faith puso los ojos en blanco hacia Hermione.

—¡No es un caballo, es un centauro! —Lavender la corrigió, bastante sorprendida de que Hermione dijera eso.

—Un centauro precioso, por cierto —Parvati suspiró.

—Ya, pero sigue teniendo cuatro patas —dijo Hermione—. Además, ¿ustedes dos noestaban tan disgustadas porque habían despedido a la profesora Trelawney?

—¡Y lo estamos! —Dijo Lavender—. Fuimos a verla a su despacho y le llevamos un ramo denarcisos, y no eran de esos que graznan de la profesora Sprout, sino unos muy bonitos.

—¿Cómo está? —Harry le preguntó.

—No muy bien, pobrecita —suspiró Lavender—. Se puso a llorar y dijo queprefería marcharse para siempre del castillo a permanecer bajo el mismo techo que Dolores Umbridge, yno me extraña, porque la profesora Umbridge ha sido muy cruel con ella, ¿no les parece?

—Ella es horrible con todo el mundo— dijo Faith con gravedad. —Y probablemente ella acaba de empezar.

—Imposible— dijo Ron. —No puede ponerse peor de lo que ya ha estado.

—Bueno, no creo que pase mucho tiempo antes de que Umbridge haga algún decreto que ponga a Dumbledore fuera de su puesto. Especialmente después de que él nombró a un semihumano. Viste la expresión de su rostro cuando vio a Firenze— Faith dijo. —Solo desearía que pudiéramos hacer algo para deshacernos de ella.

Después del desayuno, Harry, Ron y Faith siguieron a Lavender y Parvati hasta el vestíbulo de entrada, Hermione tomó el otro camino hacia Aritmancia.

—¿No vamos a subir a la Torre Norte? —Preguntó Ron, muy confundido.

—¿Cómo esperas que Firenze suba esa escalera? Estamos en el aula once ahora, estaba en el tablón de anuncios ayer—dijo Parvati por encima del hombro. Faith miró a Ron con las cejas levantadas, lo que le valió un golpe en las costillas.

El aula once estaba en la planta baja, a la vuelta de la esquina del vestíbulo de entrada, pero era una de esas aulas que rara vez se usaba, por lo que Faith se sintió rara al tener Adivinación allí. Pero cuando entraron, lo que más les sorprendió fue el aspecto de la habitación. Se encontraron en medio de un bosque.

Faith | Harry James PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora