❝A veces solo tienes que tener un poco de fe...
...literalmente❞
Faith Diggory, la hermana pequeña del popular Cedric Diggory, no es muy diferente a su hermano. Ambos aman el Quidditch, probablemente todos en la escuela alguna...
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Se hizo un silencio. Harry, Faith y especialmente Hermione estaban confundidos.
—¿Me oíste por la radio? —Hermione preguntó con las cejas levantadas.
—No, te oí salir de mi bolsillo. — Ron volvió a levantar el Desiluminador, —: Tu voz salió deaquí.
—¿Y qué dije exactamente? —preguntó Hermione, sin saber si era curiosa o muy escéptica.
—Pronunciaste mi nombre y comentaste algo sobre una varita...
Faith supo de inmediato de lo que estaba hablando. A la mañana siguiente de visitar Godric's Hollow, hablaron sobre reparar la varita rota de Harry. Era la primera vez desde la partida de Ron que uno de ellos mencionaba su nombre y Hermione había sido quien lo había dicho.
—Lo saqué del bolsillo — continuó Ron— pero no aprecié nadadiferente, aunque estaba convencido de que te había oído. Así que lo accioné. Entonces se apagó la luz demi habitación, y por la ventana vi otra luz que había aparecido fuera.
Levantó la mano y señaló un lugar un poco más lejos para darles una idea de cómo era.
—Era una esfera de luz pulsante y azulada, parecida a la quedespiden los trasladores, ¿vale?
—Sí—, dijeron los otros tres, completamente envueltos alrededor del dedo de Ron, asombrados por la historia.
—Supe que había llegado el momento —dijo Ron—, de modo que recogí mis cosas en lamochila, me la colgué y salí al jardín.Y allí estaba la pequeña esfera luminosa suspendida, esperándome. Me acerqué y ella se desplazóun poco, cabeceando; la seguí hasta detrás del cobertizo, y entonces... bueno, entonces se metió dentro demí.
—Disculpa, ¿qué?— preguntó Faith, pensando que había oído mal.
—No sé, flotó hacia mí —, dijo Ron, levantando la mano de nuevo antes de tocarse el pecho—, hasta mipecho, y bueno... no sé, me traspasó. Estaba aquí. —Se tocó un punto junto al corazón—. La notaba, eracálida. Y una vez que entró en mí supe qué tenía que hacer y que me llevaría a donde necesitaba ir. Asíque me desaparecí y me encontré en la ladera de una montaña. Había nieve por todas partes...
—Nosotros estuvimos ahí —recordó Harry—.Pasamos dos noches allí, y la segunda noche, Faith y yo seguíamos pensando que podíamos escuchar a alguien moviéndose en la oscuridad y gritando.
—Ya. Sí, debía de ser yo —asintió Ron—. Por lo visto, los hechizos protectores funcionan, ya que nopodía veros ni oírlos. Pero como estaba convencido de que estaban cerca, al fin me metí en el saco dedormir y esperé. Pensé que no les quedaría más remedio que dejaros ver al recoger la tienda.
—Pero no fue así —dijo Hermione después de perderse en la historia de Ron—. Las últimas veces nos hemos desaparecido bajo la capainvisible, para extremar las medidas de precaución. Además, nos marchamos muy temprano, porque,como dice Harry, habíamos oído a alguien merodeando por allí.
