ciento cuarenta y cuatro

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La mano de Faith estaba fuertemente agarrada alrededor de la Capa de Invisibilidad cuando la oscuridad los alcanzó

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La mano de Faith estaba fuertemente agarrada alrededor de la Capa de Invisibilidad cuando la oscuridad los alcanzó. Sus pies tocaron el camino de piedra de Hogsmeade High Street y Faith instantáneamente se desvaneció en la oscuridad total de una sombra para poder escabullirse lo más desapercibida posible.

Le dolió el corazón al ver la luz proveniente de las Tres Escobas, sabiendo que Alex, su amigo, estaba allí en alguna parte, tal vez limpiando la tienda. Pero no era seguro visitarla, sin importar cuánto extrañara a su amigo.

El silencio en el aire fue interrumpido por un repentino grito agudo y por un momento, Faith pensó que había sido la voz de Voldemort pero se encontró aún con vida después de un par de momentos, supuso que en realidad no era él. Faith sí sabía que su Aparición provocó el sonido de la alarma ya que la puerta de las Tres Escobas se abrió de golpe y una docena de Mortífagos encapuchados salieron corriendo a las calles, todos con sus varitas desenvainadas.

Faith levantó su varita, escondiendo la gema en su palma, lista para atacar si tenía que hacerlo. Había demasiado para Stun y revelaría su posición, por lo que Faith se contuvo.

Uno de los mortífagos agitó su varita y los gritos agudos se detuvieron, resonando solo en las montañas oscuras.

—¡Accio capa! — Dijo otro de los mortífagos.

El agarre de Faith sobre la capa se hizo más fuerte, pero no se movió ni un centímetro. El encantamiento de invocación no había funcionado.

—Así que no estás debajo del envoltorio ese, ¿eh, Potter? — El Mortífago gritó antes de volverse hacia sus compañeros Mortífagos.—: ¡Dispersaos; está aquí!

Seis de los mortífagos se movieron directamente en dirección a los cuatro amigos, así que se arrastraron lo más silenciosamente posible hacia la calle lateral justo detrás de ellos, sintiendo que los mortífagos los rozaban.

—¡Vámonos! —Faith escuchó a Hermione susurrar—. ¡Desaparezcámonos ya!

—Buena idea —dijo Ron, pero antes de que Harry pudiera protestar, Faith sabía que quería hacerlo, un Mortífago lo llamó de nuevo.

—¡Sabemos que estás aquí, Potter, y no tienes escapatoria! ¡Te encontraremos!

—Nos estaban esperando —dijo Harry—. Habían puesto ese hechizo para que les avisara denuestra llegada. Supongo que habrán hecho algo para retenernos aquí y atraparnos...

—¿Y los dementores? — La voz de otro Mortífago sonó—. ¡Soltémoslos! ¡Ellos lo encontrarán enseguida!

—El Señor Tenebroso no quiere a Potter muerto. Quiere matarlo...

—¡Pero los dementores no lo matarán! El Señor Tenebroso quiere la vida de Potter, no su alma. ¡Leserá más fácil matarlo si antes lo han besado los dementores!

Faith | Harry James PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora