El cansancio había logrado vencer el espíritu que había mantenido Shōto hasta ese momento, la falta de sueño, el estrés, y que ya habían pasado tres días desde que lo habían llevado con Bakugō simplemente lo vencieron.
El suelo era helado, una montón de piedras y tierra húmeda eran su cama, pero no pensaba alejarse de ahí, nunca en su vida se iría por cuenta propia de ese lugar si Bakugō no se iba a su lado, porque estaba convencido que ahora su vida no tenía sentido si no era con él.
Mucho más al ser el causante de tantos males en su familia, en su tierra, en la vida de todos. Esperaría, esperaría hasta que despertara para ser asesinado.
El tiempo libre le había ayudado a pensar, una continua gota que caía sobre una roca en el pequeño estanque lo ayudó a meditar y obtener memorias de tiempos que creía olvidados.
Podía recordar la risa de sus hermanos cuando huía de su madre, podía recordar a Tōya ayudándolo a escapar de las clases de guerra que le imponía el tutor que había encargado su padre.
Recordaba los postres que Fuyumi le daba a escondidas de las cocineras en la merienda de la tarde cuando el sol se comenzaba a ocultar.
Podía recordar la voz de Natsuo enseñándole la nueva canción que aprendió del Juglar que visitaba el reino.
Podía recordar la alegría de la vida y luego...
Nada.
Nada hasta que tenía 12, se recuerda a sí mismo cuando escribía cartas a su madre para pedirle permiso para visitarle, se recuerda a si mismo en una habitación amplia con olor a madera quemada mientras leía un libro en algún idioma extraño que intentaba aprender sin éxito, se acuerda de los tortuosos entrenamientos que le imponía su padre con la espada para defenderse de posibles agresores.
Qué gracia, ni le había servido.
Recordó un par de bailes, uno a los 12 y otro a los 13, ambos podía verse a sí mismo apoyado en una pared del salón tratando de parecer lo más pequeño que podía, trataba siempre de ocultarse de los demás. Su papel de príncipe no le dejaba ocultar su rostro así que su cabello siempre estaba peinado hacia atrás, y eso siempre llamaba la atención en su cicatriz.
No le gustaba para nada llamar la atención de esa forma, nadie se le acercaba, nadie le hablaba, solo me miraba y murmuraban cosas que no lograba entender hasta que su padre entraba al salón y todo el mundo quedaba en silencio.
Recuerda conocer al rey del este, un hombre delgado y de rostro cansado, recuerda su cabello negro y ojos rojos, lo recuerda porque su caballero le había ayudado con una bestia que le había atacado en el jardín, recuerda que le habló y le dijo que era una bendición que no se pareciera a su padre, y también recuerda que le acarició el cabello, algo que hace mucho tiempo nadie hacía.
Si lo piensa ahora, a ellos dos los quería mucho.
¿Cómo estarían ahora? El gas venenoso de los pantanos se estaba filtrando mucho más por el Este, espera que sobrevivan, que su padre los ayude después de luchar contra los demonios que atacan sus tierras.
Un encantador sonido comienzo a llamar su nombre, era tan liviano como una suave caricia del césped al compás del viento y tan cálido como el sol que se colaba entre las hojas de un árbol en primavera.
No lograba saber de dónde provenía pero si sabía bien que quería ir a ese lugar, quería levantar su cuerpo y llevarlo ahí, de olvidarse de todo, después de todo estaba cansado, no necesitaba todo eso, ya no quería pensar, ya no quería sentir, ya no quería existir.
ー¡Príncipe! ー
Un fuerte dolor lo hizo reaccionar de golpe, de su brazo derecho la sangre comenzó a brotar exactamente dónde Eijirō lo había sujetado para impedir que siguiera avanzando, fue tanta la fuerza que el dragón tuvo que efectuar que las uñas se le escaparon de sus dedos dejando una nueva cicatriz en la piel del de cuna real.
El agua brillaba mucho más de lo que recordaba, un dulce aroma le hacía sentirse mareado, incluso atontado, pero el ardor y dolor de su brazo lo mantenía con los pies en la tierra, lo suficientemente despierto para ver cómo Bakugō, su captor estaba flotando sobre el agua en posición fetal en ese momento.
ESTÁS LEYENDO
Acendrado 「BakuTodo」
FanfictionEn el último lugar donde lo esperas podrás encontrar tu futuro.