Mitsuki miraba con asco las paredes blancas cubiertas de rojo. Quizás si no tenías los conocimientos que ella poseía hubieras creído que eran simplemente marcas aleatorias que fueron colocadas en las paredes por capricho, pero no, no era así. Cada una de ellas era un rezo para que aquel que estuviera encerrado dentro no pudiera salir.
La habitación blanca con manchas rojas era la cárcel de la hechicera que había atentado contra su familia al volverse loca.
ーHola Rei ー
Saludó Enji al apoyar su mano en la barrera transparente que dejaba ver el delgado y menudo cuerpo de la mujer en el suelo, a pesar que había cama Rei no la usaba, casi siempre estaba en el suelo obteniendo el frío de la piedra, porque había destruido todas las alfombras que le habían hecho.
Rei ni siquiera levantó la cabeza.
El Rey del este estaba de pie mirando la escena, no le agradaba nada que extraños vinieran a ver a su prisionera, mucho menos dos que ni siquiera eran humanos, a pesar que no tenía nada en contra de ellos, no podía bajar la guardia y eso le tenía cansado.
Mitsuki se cansó rápidamente de ese acto.
ーOYE MALDITA ー
El grito de Mitsuki hizo que Rei levantara la cabeza de golpe para mirarla, los ojos le brillaron a pesar de su sucio rostro, incluso una sonrisa se posó en sus labios. Sonrisa que pronto se rompió en llanto.
ーMitsu, ayudame, me tiene prisionera aquí ¡Yo no he hecho nada! ー
Si Mitsuki no hubiera escuchado primero la versión de Kirishima era muy probable que le creyera, pero a pesar de que Kirishima no era leal a ella jamás le había mentido, ese chico vivía y moría por su hijo, por lo que jamás dudaría de una palabra de él.
Enji miró a Mitsuki teniendo que tragar pesado la saliva que se impregnó en su boca al ver la expresión de la mujer, el miedo le invadió, y aunque jamás lo ha sentido contra bestias y demonios, ahora frente a ella se siente impotente, porque sabe que ella solo necesita una mirada para matarlo.
ー¿Y bien? ¿Para que me has traído a ver a ... Esa cosa? ー
Preguntó Mitsuki a Enji mientras se volteaba a mirarlo, no podía soportar más ver en lo que se había convertido su amiga.
Enji suspiró antes de tomar aire, sus ojos volvieron a la albina que siempre rehusó su mirada.
ーShōto está muerto ー
Pronunció Enji sin una pizca de duda en su voz, y con eso fue suficiente para que Rei por fin lo mirara.
ー¿Mi bebé? ー
ーNo es un bebé ーrespondió Enji.
ー¡Mi niño! ¡No mi niño! ーRei se cubrió el rostro con ambas manos en un llanto, pero simplemente no pasó de un gimoteo.
ーRetrocedan ー
Ordenó el rey Shōta mientras cruzaba un báculo frente a ellos, sin saber porqué accedieron.
De pronto las manchas rojas de las paredes comenzaron a brillar, una luz blanca cubrió el cuerpo de Rei y luego pasó a ser negra, como si la consumiera por completo.
ー¡Esa cosa! ¡Ese maldito perro! ¡Debí matarlo! ¡Debí alejarlo de Shōto! ー
Gritó Rei con voz distonicionada.
ーShōto es mío, mío, mío ーRióーno dejaré que otros lo tengan, es MÍO ー
Una honda expansiva golpeó la barrera haciéndola temblar y doblarse, pero gracias a la presencia del rey Shōta fue imposible de romper.
ー¿De qué mierda hablas? ¡Tú mataste a Shōto! ー
Gritó Mitsuki al golpear la barrera con ambas manos, frustrada. Porque desde ese momento, desde que Rei atacó a Shōto, su hijo había sido arrebatado de su lado.
ーYo, Yo no, yo no ¡Fuiste tú! ¡Tú lo trajiste! ¡Es tu culpa! ¡Tu me lo arrebaste! ¡Era mío! ¡Mío! ー
El grito de Rei se transformó en algo parecido a un grito de ultratumba, Mitsuki lo relacionó con los gritos de los demonios que mataba antes de morir, esos que te dejan una maldición en la piel.
Piel.
Maldición.
Tanto Mitsuki como Enji se miraron directamente.
ーEstán malditos ー
Pronunció Mitsuki.
ー¡Están malditos! ー
Volvió a pronunciar casi con alegría.
ー¿De qué habla, reina? ー
Preguntó Shōta sin llegar a entenderlos, no le caía en la cabeza que alguien se pusiera feliz por eso.
ーKatsuki y Shōto están malditos, por eso Katsuki se transforma en lobo, no fue Rei, fue algo más que los maldijo ー
ーEso tiene sentido, después de todo Shōto no recuerda mucho, quizás no pueda, porque recién está teniendo consciencia como "Shōto" y no como la cosa que lo controlaba ー
Enji prestó demasiada atención a la interrupción que hizo Masaru, que hasta ahora se había mantenido al margen.
ー¿Como sabes eso? Tú no has venido jamás a estos lugares ー
Masaru sonrió ante la pregunta de Enji.
ーPorque hablé con él cuando estaba en nuestros reinos ー
Mitsuki lo miró con desaprobación mientras Masaru solo le respondió con una sonrisa, sabía que le enojaría eso, más porque se suponía que lo tendría en cautiverio, y sabiendo que había hablado con él tanto tiempo le diría que eso no estaba sucediendo.
ーSi Masaru tiene razón es muy malo, pronto Shōto cumple años, la magia dentro de él despertará y si hay algo que lo controla obtendrá el poder de su sangre ー
ー¿Por qué siempre todo lo que tiene que ver contigo es un maldito dolor en el trasero? ー
Preguntó Mitsuki mientras tomaba una daga de su cintura y se cortaba el brazo, con la sangre brotando se la ofreció a Enji.
ーBebe, necesito que vengas conmigo a la tierra muerta ー
Enji frunció el ceño pero pronto le tomó de la muñeca mientras se agachaba un poco a beber la sangre, después de todo no quería morir apenas inhalara el aire podrido de esos lugares.
Después de despedirse del rey, ambos se subieron sobre Masaru para emprender el vuelo, esperaban poder llegar a tiempo para poder detenerlo, incluso si eso significaba para Mitsuki, matar al niño pequeño.
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Acendrado 「BakuTodo」
FanfictionEn el último lugar donde lo esperas podrás encontrar tu futuro.