ᴛʜɪʀᴛʏ-ғᴏᴜʀ

1.1K 223 52
                                    

ーDespierta mocoso ー

Un brusco movimiento logró hacer que Shōto abriera sus ojos de golpe.

Se sintió tan desorientado que no entendió qué estaba pasando.

Lo único que podía ver era la tierra que estaba pegada a su cara y la salida de una cueva.

Y claro, Bakugō parado con su capa y traje a un lado de la salida.

Se paró tan apresurado que se tropezó con sus propios pies, pero ni siquiera dudó en ponerse de nuevo en pie para correr directo a donde Bakugō y así abrazarlo con fuerza por la espalda.

No pensaba dejarlo ir de nuevo, jamás, aunque no quiera.

ーParece que alguien no se le quitó lo mimado ー

La voz de Bakugō sonaba burlona pero no lo había apartado así que supuso que no lo estaba rechazando.

ーTe prohibo dejarme nuevamente Bakugō ー

Bakugō rodó los ojos ante la preposición tan idiota que poseía el príncipe, ya le había dicho que no era su sirviente, pero por ahora no iba a molestarse con eso.

ーArreglate, tenemos que caminar ー

ー¿Por qué? ー

ーPorque están cerca ー

La seriedad en la expresión de Bakugō le dijo a Shōto que no era tiempo de niñerías.

Rápidamente lo soltó.

Entendía a grandes rasgos que su padre había hecho algo muy malo contra gente mucho más mala y que buscaban venganza en él, también entendía que demonios lo querían muerto.

Lo que no entendía era la razón de ello y menos entendía porqué Bakugō seguía protegiéndolo.

Shōto buscó su morral rápidamente con la mirada encontrándolo a un lado de las paredes de la cueva, no dudó mucho en caminar rápidamente a él para sacar una capa de tela fina con capucha, especialmente diseñada para el príncipe que era, incluso tenía un bonito adorno de oro en el cuello que impedía que se le cayera.

ーBuena forma de pasar desapercibido ー

Molestó Bakugō tomando su propio morral y acomodó su propia capa alrededor de su cuello.

ーNo lo intento, estoy diciéndole a quienes me quieren muerto que vengan por mi ー

Las palabras de Shōto sorprendieron por completo a Bakugō en ese momento.

Egoísta.

Bakugō ignoró todo pensamiento antes de colocar en su cintura su espada, su siempre fiel y firme espada.

No le dijo nada pero ambos salieron caminando de la cueva sin mirar atrás en ese momento.

ー¿Dónde vamos? ーPreguntó Shōto apurando su paso. Bakugō caminaba mucho más rápido que él ー¿Tenemos un objetivo? ー agregó al inclinarse por el costado de Bakugō para verle la cara.

ーDonde sea que no acabes muerto ーrespondió Bakugō sin mirarle la cara en un tono de voz que lo hizo detener sus pasos.

Jamás olvidará la sensación de frialdad que le dejaron sus palabras.

De pronto sentía que no debió buscarlo, que por algo lo habían dejado en el castillo sin volver luego por él.

¿Se debía a todo lo que tenía que dejar de lado Bakugō para estar con él?

ーLayza está preocupada por tiー

Interrumpió su monólogo interno al alzar la voz, notó de inmediato que sus palabras hicieron efecto en Bakugō porque se detuvo justo al lado de su caballo negro sin intenciones de subirse.

ー¿Dónde? ー

ー¿Eh? ー

ー¿Dónde la viste? ー

Bakugō se había volteado a él con una expresión seria marcando todo su rostro. De pronto sintió un escalofrío, sintió un nivel de peligro que de manera instintiva su mano se posó sobre la empuñadura de su espada.

Todoroki se obligó a soltar su espada y apurar su paso para enfrentarlo, sabía bien que su actitud solo mostró que le tenía miedo, ¡Pero no era así! Por lo menos no ahora.

Bakugō significaba algo para él que no lograba entender, y ese algo le hacía sentir protegido.

ーCon la bruja Uraraka, allí estaba Layza ー

Respondió lo más firme y serio que pudo, su corazón latía a mil, la sensación de muerte la corría en la espalda tentandolo a voltear pero el temor también lo detenía en ese lugar con sus ojos mirando directo los ojos de Bakugō.

Se sentía pequeño, tan niño al lado de la frialdad y soledad que mostraron los ojos de Bakugō en ese momento.

Sabía bien que habían muchas cosas que no sabía, pero de esa misma forma sabía que dentro de Bakugō había algo que le impedía abrirse a las personas y él esperaría lo que fuera para saberlo.

Por suerte Bakugō pareció relajarse al mirarlo, porque pronto le estaba ofreciendo su mano, esa misma mano tomó y fue guiado para tomarse del pelaje del caballo negro dónde fue subido desde la cintura al frente.

Bakugō subió poco después a su espalda y juntos comenzaron a recorrer un camino que no sabía dónde les llevaría.

Acendrado 「BakuTodo」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora