ғᴏʀᴛʏ-ғɪᴠᴇ

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Enji estaba sentado solo en ese lugar donde antes se había mantenido su hijo, era un lugar puro, tan puro que no le costaba respirar para nada, a pesar que la reina ofreció darle más sangre se había negado, no necesitaba sobrevivir ahí del veneno y si quería la ayuda de ella la necesitaba completamente sana. 

Los ojos de Enji no se despegaban del chico que seguía frente a él, aquel que crió como a su hijo, aquel que vio nacer y vivir entre espadas hasta que se convirtió, y luego de eso siguió cuidando a los suyos más allá de lo que la lealtad hacía, por eso mismo no dudó nada en pedirle ayuda para que protegiera a sus hijos cuando el peligro se había acercado a ellos. 

Sabía que había colocado un peso demasiado grande en él y ahora su condición era claramente su culpa, pero también sabía que si había alguien que pudiera detener a Shoto sería Katsuki, después de todo sólo él había sido siempre escuchado por aquel que tenía el cuerpo de su hijo. 

Enji movió la tierra alrededor del lago descubriendo letras en una lengua que no podía leer, si observaba con atención podía notar que ellas brillaban creando unos hilos que mantenían el cuerpo de Bakugo a flote en medio de la nada. A pesar de que él poseía magia hace muchos años no lograba entender cómo ella funcionaba para otros, mucho menos para los antiguos. 

El relato de Mitsuki había cambiado toda su perspectiva, le había hecho entender que todo lo que creía estaba mal y que debía aprender nuevamente toda la historia que su propia casa cargaba.  

Lo que más le costaba entender era cómo es que Shōto podía usar su magia, los humanos de su sangre debían pasar por un ritual donde un elemento les era dado como derecho por el trono, por eso solo los nobles e hijos de nobles podían poseerlo. En Shōto aún no se había efectuado el ritual ya que solo se hacía al ser considerado un adulto, cosa que Shōto aún no era.

¿Dónde estaría? ¿Acaso seguiría vivo? Esperaba que lo estuviera, no sabía si podía perder a alguien más, no después de perder a Rei y alejar a sus hijos para que estuvieran a salvo.

Cuánto se arrepentía.

Solo quería tener a su familia de vuelta, si hubiera sabido que ser rey significaba eso jamás lo hubiera aceptado, incluso si fuera el único en la línea familiar.

Escuchó un respiro que no supo de donde venía, alerta sujetó la empuñadura de su espada, no se iba a arriesgar a usar magia y dañar más a Katsuki de lo que seguramente ya estaba, necesitaba protegerlo, por aquellos que no pudo proteger.

Otro respiro notorio y un pequeño quejido, pronto Enji se dio cuenta que venían del chico que flotaba frente a él.

Un brillo dorado comenzó a delinear formas alrededor del cuerpo desnudo de Katsuki, era casi como si un pincel pasara por su piel.

Enji miró a todos lados para saber si algo externo estaba causando eso, pero no, no había nada más que la fuente y Katsuki ahí.

Lentamente las marcas llegaron al rostro de Katsuki dibujando en ella la forma de un lobo, dibujando hasta las orejas que pronto brillaron sobre la cabeza.

Endeavor se puso en guardia, ese lobo era peligroso, mucho más porque Katsuki jamás había podido controlarlo.

Por eso tuvo que alejarlo de Shōto, después de todo casi lo mata.

El cuerpo entero de Bakugō brilló tan fuerte que Enji entrecerró los ojos pero pudo ver justamente el momento que Bakugō abrió sus ojos revelando un extraño brillo amarillo en sus pupilas, casi como que estuviera haciendo magia.

Poco a poco el cuerpo de Bakugō se estiró dejándolo colgando como si estuviera sostenido por los antebrazos formando una cruz.

Enji no podía quitar la mirada de sus ojos, sentía que estaba consumiendo su vida pero realmente no le importaba, porque no sentía realmente un peligro venir de él.

Y de pronto todo el brillo abandonó el cuerpo de Bakugō para volver al agua dejándolo caer de nuevo, por suerte Enji fue rápido y logró atraparlo para cargarlo en sus brazos. No dudó nada en sacarse la capa y cubrirlo con ella tal y como lo había hecho de niño cuando había logrado quitarse la piel de lobo la primera vez.

ー¡Mitsuki! ー

Gritó para avisarle, sabía que habían guardias en el lugar por lo que vendrían rápido, vendrían rápido a ver como el chico que muchos protegieron ahora solamente estaba durmiendo como si nada malo le hubiera pasado.

Acendrado 「BakuTodo」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora