ᴛᴡᴇɴᴛʏ-ɴɪɴᴇ

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La mañana del primer día había llegado, al final la noche anterior no había podido averiguar mucho más allá de lo que su padre había dicho, pero había averiguado algo realmente importante.

Conocía a Bakugō desde niño.

Entonces, ¿Por qué seguía sin recordarlo?

Su rutina había sido la misma de siempre, era casi como nada hubiera pasado, era como si jamás fue secuestrado, la única diferencia es que ahora permanecía casi todo el tiempo con su padre. No hablaban mucho, incluso a veces ni hablaban, pero solo estar a su lado le hacía sentir sofocado.

Solo quería que llegara el segundo día para que Bakugō fuera por él, incluso lo esperaría despierto, porque no quería causarle problemas, no quería ser torpe y tener que ser cargado de nuevo.

Lo extraño es que su padre no se había pronunciado al respecto aunque sabía bien que intuía sus planes de irse nuevamente.

Llegó la mañana del tercer día, y Bakugō jamás volvió por él.

El cuarto día.

Quinto.

Sexto.

Y la semana llegó.

No habían noticias, no comía, no dormía, si no fuera porque su padre lo estaba alimentando a la fuerza simplemente no tendría las fuerzas para seguir por ello.

Ya no quería seguir con ello.

ーYa basta ー

Su padre arrojó su capa a una silla mientras se metía al cuarto de baño, seguramente estaba harto de un hijo moribundo sin ganas de vivir, porque así se sentía, había descubierto muchas cosas en el camino, incluso había pedido ver a su madre ya que su padre parecía querer cumplirle sus pedidos, pero ella se negó a hacerlo incluso si obtuvo el permiso del rey, incluso su padre le ofreció obligarla pero ahora fue él quién se negó.

Le había escrito carta a sus hermanos ya que no estaban cerca, pero ni una sola había sido respondida, la verdad no lo entendía, se suponía que el malo ahí era su padre, siempre lo creyó, entonces, ¿Por qué toda su familia parecía repudiarlo menos su padre? Incluso lo había obligado a bañarse mientras se preocupaba que no fuera a ahogarse.

De cierta forma le recordaba a lo bruto que era Bakugō.

Quizás por eso es que se sentía mucho más deprimido, porque antes veía a su padre en Bakugō pero ahora era lo contrario, realmente lo extrañaba.

ーLevántate, vamos a salir ー

ー¿Dónde vamos a ir? ー

La mirada molesta del hombre le dijo que no debía hacer problemas, y por una vez decidió no hacerlo, no tenía las fuerzas suficientes para hacerlo.

Se levantó solo para encontrar en el biombo ropa de aldeano, la verdad es que le sorprendió pero también le alegró, porque se acordó inmediatamente de Bakugō.

Misteriosamente no lo dejaron usar un caballo, tuvo que ir entre las piernas de su padre todo el camino, situación bastante incómoda pero no tan incómoda como lo fue con el otro individuo.

Aunque ahora no se podía recargar y dejarse llevar.

Cruzaron ríos, unos cuantos pueblos, unas cuantas caravanas, incluso cree que llegó a reconocer la de Bakugō, pero obviamente no pudo decirle a su padre que quería detenerse, ese lugar no era seguro.

No cuando ellos eran bárbaros.

Misteriosamente conocía los lugares donde le estaban llevando, reconoció varias aldeas, incluso la donde conoció a la bruja, pero no se detuvieron ahí, sus paradas siempre eran en el bosque en medio de cuevas donde su padre desaparecía y volvía luego de un rato con comida.

Era la primera vez que pasaba tanto con alguien.

Dos semanas completas le tomó llegar al destino.

Sus ojos brillaron apenas vio el prostíbulo.

Aunque también sintió un gran desagrado por recordar lo que estaba dentro.

Su padre empujó ambas puertas haciendo que todo se quedara callado, aunque no usaba sus trajes de rey y en realidad se veía más como un aventurero el porte que cargaba hizo que todos se abrieran a su paso.

De forma instintiva le siguió intentando mostrar el mismo temple.

ーOh, señora hipopótamo ー

No evitó decir apenas la vio en la entrada de la oficina, tanto como su padre como la señora le miraron asombrado.

ー¿El mocoso de mierda decía la verdad? ¿En serio es tu hijo, Enji? ー

ー¿Ese mocoso lo trajo aquí? Voy a matarlo ー

Sin querer no evitar sonreír, le daba mucha gracia que para él Bakugō era alguien tan misterioso como genial y para ellos era un simple niño.

¿Así se veía a los ojos de Bakugō?

ー¿Te has perdido en tu camino al llegar? ー

Entraron al despacho y nuevamente se sentó en esa extraña silla de más cuerpos, la sombra de que había alguien a su lado seguía molestándolo, se sentía asfixiado, quería nuevamente sentirse a salvo.

ーNo tengo mucho tiempo ー

ー¿Qué es lo que necesitas? ー

ーMitsuki ー

La mujer palideció, y él volvió a poner atención en la conversación, la verdad es que hasta ahora solo se miraba los pies, realmente era muy diferente corporalmente a su padre.

ー¿Dónde está? ー

La mujer prendió la extraña pipa con sus manos temblorosas, ¿Realmente una barbara podía imponer tanto miedo?

Se inclinó al frente mientras apretaba con ambas manos el borde de la silla, sintió de pronto que su padre era el hombre más aterrador del mundo.

ーSi te digo eso mi cuello está perdido ー

Su padre gruñó claramente fastidiado, incluso se rascó su nuca con bastante molestia, seguía reafirmando, ¿Por qué todos parecían temerle a esa mujer?

ー¿Ya lo encontró?  ー

Ahora sí que entendió la conversación, Mitsuki no lo quería a él, quería a Bakugō, por eso Bakugō lo despechó en su casa, porque al parecer ella era peligrosa.

ーNo, eso puedo asegurarlo, aunque no sé qué suceda, porque si encontró al pequeño renacuajo ー

ー¿¡A Kirishima!? ー

Ahora fue él quien se puso de pie abruptamente, ¿Cómo que habían encontrado a Kirishima pero no a Bakugō? ¿Acaso Kirishima...?

ーNo está muerto, si eso es lo que te preocupa, aunque seguro que lo desea ー

ーEsa maldita mujer... ー

Gruñó su padre antes de rascarse el cabello de la frente, claramente molesto.

ー¿Dónde fue la última vez que le vieron? ー

Y ahí perdió el interés en la conversación. No podía concentrarse, las cosas salían más mal de lo que creyó, debía reponerse pronto, debía
...

ーPadre ー

ー¿Qué? ー

ー¿Puedo ir a buscarlo? Siento que puedo encontrarlo ー

Su padre lo miró con asombro para luego comenzar a dudar, se notó que había un conflicto interno dentro de él, pero no cambiaría de opinión, algo dentro de él le gritaba que tenía que encontrar a Bakugō.

Sea como sea.

Y el collar que le estaban dando más le espada le estaban diciendo que estaba bien que lo hiciera.

Acendrado 「BakuTodo」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora