ᴛᴡᴇɴᴛʏ-ᴏɴᴇ

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La rutina se repetía. A su frente Bakugō caminaba con un paso firme abriendo a las personas por su camino como si tuviera una especie de energía que le protegía.

Aunque ahora que lo piensa, eso no suena tan descabellado, después de todo volaba sobre dragones y podía hacer explotar sus manos.

Volviendo al tema, no podía evitar ver parte de su rostro al caminar a su espalda, sabía bien que no dejarle caminar a su lado solo significaba que no era su par, que no confiaba lo suficiente en él, pero también le decía que confiaba lo suficiente en él para dejarle su espalda al descubierto, además le daba la posibilidad de escaparse, después de todo perderse entre las personas es fácil, ya lo había hecho antes.

No lo entendía.

Sonrió ligeramente al pensar que aunque fuera un poco, Bakugō le tenía en su mente.

Una persona le hizo tropezar, de pronto su cuerpo se sintió pesado y aunque intentó mantener el equilibrio simplemente no pudo. Se iba directo al suelo.

Decidió solo apretar los ojos.

Pero jamás tocó el suelo, algo suave y firme estaba frente a él impidiendo que se cayera.

Sonrió de inmediato al identificar el olor.

ーPresta atención, mocosoー

ーLo siento ー

No pudo cambiar mucho su expresión cuando su muñeca fue jalada para volver a caminar, se sentía como si los pies le fallaban, no, de verdad le fallaban así que miró bien el suelo para no tropezar de nuevo y hacer enojar a ese ogro, porque por muy amable que sea ahora ese mismo demonio le abrió la boca a la fuerza para meterle un pedazo de carne, también le obligó a desnudarse, le metió bajo el agua sabiendo que le tenía miedo y se la pasaba insultandolo mientras se burlaba de él.

De pronto se sentía sumamente molesto, ¿Como creyó que habían mejorado su relación?

Agitó su cabeza ligeramente mientras caminaba, debía dejar de pensar tonterías y solo caminar, debía llegar a donde fuera que fueran de manera rápida y sin problemas, si, eso era mejor, y era más mejor si no le soltaban la mano en el trayecto.

Como si pudieran leerle la mente todo el camino su mano fue jalada. Sabía bien que quizás se veía como un niño regañado, seguramente se veía como su guardián, pero realmente no le importaba, se sentía feliz de que alguien le llevara hasta cualquier lugar de su mano, ¿Hace cuánto tiempo que no caminaba con alguien así?

Ah, sí, desde que su madre le quemó el rostro.

El olor a carbón le hizo alzar la mirada, ¡Por supuesto! ¡Su espada! Ya habían pasado los días, ya debía estar lista.

Esta vez no esperó que Bakugō lo guiara dentro, ahora lo jaló él para apresurar su paso, quería ver la espada que especialmente habían hecho para él, sabía que posiblemente no sería igual a la calidad que estaba acostumbrado, pero no importaba, ¡La habían hecho para él!

ー¡Wow! ¡Sí que estás emocionado, mocoso! ¡Casi me destruyes la puerta! ー

Y ya la emoción se le apagó, sintió ganas de meterse bajo la capa de Bakugō para esconderse.

ーLo siento ー

Y es que sí, no sabía que la puerta estaba tan bien fabricada así que había puesto fuerza de más al abrirla y así logró hacer que chocara con la pared haciendo un gran ruido.

ー¿Vienen por la espada de princesa, no? ー

Y ahí sin querer miró a Bakugō, estaba confundido, ¿Como que una espada de princesa?

ーDeja de jugar con el pobre bastardo, viejo, tenemos que irnos hoy ー

ーQue lástima mocoso, no todos los días viene un príncipe a visitar tierras tan lejanas ー

Y ahora sí que sintió pánico, ¿Como que un príncipe?

ーDame ya la maldita espada antes que te descuarticeー

Y el hombre se fue riendo dentro de un despacho donde pronto volvió con una espada envuelta, y un cargador de cuchillos.

Vale, oficialmente está confundido.

Bakugō tomó todos sin revisar ninguno y así salió de la tienda por lo que solo tuvo que seguirlo en silencio y bastante rápido, ese hombre enojado caminaba muy rápido.

Por suerte no se perdió.

No se iba a perder, iban de vuelta a la posada.

ー¿Puedes caminar? ー

Las palabras le tomaron por sorpresa, después de todo recién venían llegando a pie a la posada, ¿Como le preguntaba si podía caminar? A veces era muy extraño.

Pero prefirió solo asentir, no quería discutir con él.

Bakugō de nuevo le estaba ignorando mientras acomodaba todas las cosas que había comprado en un morral, pronto entendió, se iban a ir de ahí.

Lástima, le gustaba ese lugar.

Le ayudó en silencio, solo le acercaba las cosas para que Bakugō las juntara todas en un morral, ya había aprendido que era mejor hacer las cosas en silencio que preguntarle y hacerle enojar.

Pero...

ー¿Vamos a comer antes de irnos? ー

Tenía hambre, no quería irse así.

ー...No, comeremos de camino ー

Lo miró extrañado por unos segundos pero luego solo asintió, no creía que lo hiciera solo porque sí.

Pronto estaban listos, Bakugō guardó las espadas en el morral para ir caminando desarmado en el pueblo, algo le decía que debían ser cuidadosos así que se había cubierto la cabeza con la capucha de la capa que le habían pasado y solo así siguió todo el camino, ¿Por qué de pronto sentía que lo que vivió era un paraíso que se estaba convirtiendo en un infierno?

La flecha que cayó en sus pies se lo confirmó, porque esa flecha venía directo a él pero Bakugō la desvió antes de tomar su mano y salir corriendo

¿No que los demonios no atacaban pueblos costeros?

Entonces, ¿Quienes le estaban persiguiendo?

Acendrado 「BakuTodo」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora