Acendrado 「BakuTodo」

ғɪғᴛᴇᴇɴ

ー¿Dónde vamos? ー

ー¿Puedes una puta vez callarte y seguirme en silencio?ー

Shōto simplemente rodó los ojos mientras caminaba atropelladamente entre las personas, Bakugō se movía sin problemas y a un paso bastante rápido entre el mercado que pasaban y él apenas podía seguirle el ritmo, como no había donde debía ir solo debía asegurarse de no perder su cabeza pero Bakugō no era la persona más alta del mundo y menos él, al estar preocupado de que su cabello no se mostrara le costaba mantener la cabeza en alta.

Al final se perdió pero Bakugō pronto lo encontró para arrastrarlo de la mano al lugar donde iban, no le gustó nada saber que iban a una putería.

Las mujerzuelas en la entrada insinuándose a ellos, otras un poco más allá succionando miembros de hombres como si nada, algunas siendo folladas como si nada en una esquina, ¿Qué tenían que ver allí?

Simplemente se mantuvo cerca de Bakugō que ignoraba a todos ellos mientras seguía directo a otro sector, seguían habiendo mujerzuelas pero también se notaba el olor a opio, un olor mucho mejor que el asqueroso de antes.

Apretó su ropa sintiéndose tenso, no podía creer lo desvergonzadas que eran las personas, ¡Por lo menos que lo hicieran en un cuarto!

ー¿Demasiado para un niño? ー

ーCállate ー

Pronto llegaron a un lugar diferente, habían muchos hombres sentados en diferentes grupos, casi todos formando una media luna, escuchaba las palabras "par" e "impar" por todos lados, ¿Donde estaban? Se notaba que era un lugar diferente.

Pronto fue guiado a otro lugar, una de las medias lunas más grandes, incluso había un paño en el suelo y una linda chica estaba en un extremo siendo rodeada.

Bakugō se sentó frente a ella, observando sus movimientos mientras Shōto se quedó atrás sin entender.

ーPar ー

De pronto un par de monedas estaban fuera del saco y un par de paletas saltaban sobre una tela, no entendió mucho pero pronto le estaban dando cuatro monedas a Bakugō.

Luego al ver a otros ser llevados fuera por gorilas en cuerpos de hombres entendió donde estaba.

Una casa de apuestas. Creyó que eran una leyenda.

ーPar ー

Volvió a apostar Bakugō volviendo a ganar, o eso entendió porque le volvieron a dar más monedas.

Estaba asombrado, ya había recuperado lo que gastó en los baños y en la habitación, aunque seguro no se iría de allí hasta que tuviera también el valor de la espada.

ーHey chico, ¿No quieres jugar conmigo? ー

Una mujer se le abrazó al brazo apoyando sus pechos en él, sintió un asco que se le notó en el rostro, esas cosas no eran algo que acostumbraba, era una sensación viscosa y desagradable, casi como un monstruo.

ーShōto ー

La voz de Bakugō le hizo dar un brinco para volver su mirada a él, la mujer también lo miró puesto que la voz fue fuerte y ruda.

Pronto una palmada en el muslo de Bakugō le dijo qué quería y sinceramente no dudó en ir y sentarse en su muslo, prefería la mano firme de Bakugō en su cintura que la asquerosa mujer contra su cuerpo.

ーLuego quiero bañarme de nuevo ー

Le murmuró en el cuello, después de todo se quedó apoyado en su pecho con los pies entre las piernas cruzadas de Bakugō, sentía un asco horrible que le hacía temblar.