Nos quedamos mirando al coche hasta que desapareció en el recodo del camino, y entonces Chanyeol me cogió del brazo y dijo:
–¡Gracias a Dios! ¡Se acabó! Ponte un abrigo de prisa, y sal. ¡Al demonio la lluvia! Tengo ganas de dar un paseo. Me saca de quicio estar sentado sin hacer nada.
Estaba pálido y parecía cansado. Y me pareció extraño que la visita de Yoora y de Seungho, su propia hermana y su cuñado, le hubiera agotado de tal manera.
–Espera mientras subo en un salto por el abrigo –dije.
–En el cuarto de las flores encontrarás un montón de impermeables. Coge uno – dijo impaciente– Cuando los donceles os metéis en vuestros cuartos, siempre tardáis media hora ¡casi mujeres!. ¡Luhan! Haz el favor de traer del cuarto de las flores un impermeable
para mí esposo. Tiene que haber allí colgados media docena de los que se olvida la gente.Estaba en medio del camino, llamando a Kasper.
–¡Ven aquí tú, grandísimo holgazán! Vamos a ver si echas fuera algo de la grasa que te sobra.
Kasper retozaba alrededor de Chanyeol, ladrando como loco con la idea del paseo.
–¡Calla ya, tonto! –dijo Chanyeol– ¿Qué diablos está haciendo Luhan?
Salió éste corriendo del hall con un impermeable, y yo me lo puse en seguida, haciéndome un lío con el cuello. Me estaba ancho y largo, pero no había tiempo para cambiarlo, y echamos a andar por el césped hacia el bosque, con Kasper corriendo delante.
–La familia hay que tomarla en pequeñas dosis –me dijo–. Yoora es una de las personas más buenas del mundo, pero mete la pata invariablemente.
No estaba yo seguro de cuál había sido la equivocación de Yoora, pero me
pareció preferible no preguntar. Puede que aún estuviera molesto por los comentarios acerca de su salud, antes de comer.–¿Qué te ha parecido? –continuó.
–Me ha gustado muchísimo –respondí– Ha estado muy simpática conmigo.
–¿De qué te ha hablado después de comer?
–No sé... Creo que la que ha hablado más he sido yo. Le he estado contando
cosas de la señora Han, y cómo nos conocimos tú y yo, y todo eso. Me dijo,
eso sí, que no me parecía nada a lo que ella se había imaginado.–¿Y qué demonios se había imaginado?
–Pues supongo que alguien más moderno, alguien con más mundo. «Un niño elegante» fueron sus palabras.
Chanyeol no contestó en seguida. Se inclinó y tiró un palo, jugando con Kasper.
–Algunas veces Yoora dice unas tonterías increíbles.
Subimos al repecho de hierba, más allá de los macizos, y entramos en el bosque.
Crecían espesos árboles y estaba oscuro. Fuimos pisando ramítas caídas, las hojas del año anterior, y aquí y allá verdes brotes de helechos tiernos, y los tallos de las campánulas que pronto florecían. Kasper callaba ya, y yo cogí a Chanyeol del brazo.–¿Te gusta mi pelo? –le pregunté.
Bajó los ojos para mirarme muy sorprendido.
–¿Tu pelo? ¿Por qué demonios me lo preguntas? Claro que me gusta. ¿Qué le
ocurre a tu pelo?–Nada..., se me había ocurrido.
–¡Qué raro eres!
Llegamos a un claro de donde salían dos senderos que iban en direcciones
opuestas. Kasper tomó por el de la derecha, sin dudarlo.

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Tras la sombra [Chanbaek]
FanfictionBaekhyun con un marido al que apenas conoce, el joven esposo llega a este inmenso predio para ser inexorablemente ahogado por la fantasmal presencia de la primera señora de Park la hermosa Ryujin, muerta pero nunca olvidada. Su habitación permanece...