XIII parte 2

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No sé por qué, acaso porque el sol hiciera brillar algún cristal alcé la cabeza y miré hacía la parte superior de la casa, cuando noté, sorprendido, que alguien había abierto una de las ventanas del ala de poniente. Vi un bulto en la ventana. Un hombre. Debió de verme él también, pues se retiró apresuradamente, y alguien sacó un brazo y cerró la persiana. Era el brazo de la señora Hyeyoung. Reconocí la manga negra. Creí un momento que sería día de visita para el público y estaría ella enseñando la casa. Pero no, no podía ser, pues eso lo hacía siempre Jongdae, y Dae había salido. Además, las habitaciones de poniente no se abrían nunca al público; ni siquiera yo las había visto aún.

No, no era día de visita. Nunca había turistas los martes. Puede que fuera alguien llamado para reparar algo en una de las habitaciones. Pero no dejaba de ser raro que aquel hombre, en cuanto me vio, se metiera a toda prisa, y que luego cerraran la ventana. ¿Y el coche que habían dejado detrás de los rododendros, para que no se pudiera ver desde la casa? Bueno, allá la señora Hyeyoung. Yo no tenía nada que ver con aquello. Si ella tenía amigos a quienes enseñaba el ala de poniente, no era asunto de mi incumbencia, Pero... no sabía que hubiera ocurrido antes de ahora... No dejaba de ser una casualidad que fuese el único día que Chanyeol no estaba en casa.

Crucé el césped, algo intranquilo, pensando que quizá me estuvieran mirando desde detrás de las persianas. Subí la escalinata y pasé al hall por la gran puerta principal. No había rastro de sombrero o bastón desconocidos; ninguna tarjeta en la bandeja. Estaba claro que no se trataba de una visita para nosotros. Por lo tanto, no me interesaba. Entré en el cuarto de las flores, y me lavé las manos, para ahorrarme el tener que ir hasta el mío. Hubiera sido nefasto encontrármelos frente a frente en la escalera o en otro sitio cualquiera. Me acordé de que había dejado las cosas de hacer punto en el gabinete, antes de comer, y fui hasta allá, por el salón, con el fiel Kasper pisándome los talones. La puerta del gabinete estaba abierta.

Y noté que habían cambiado de sitio mi abrigo. Yo lo dejé sobre el sofá, y alquien lo había cogido y metido detrás de un almohadón. En el lugar donde estuvo mi abrigo se veía el hoyo dejado por una persona al sentarse sobre los almohadones del sofá. Hacía muy poco que alguien había estado sentado allí y había quitado mi abrigo, por estorbarle. También habían movido la silla del escritorio. Por lo visto, cuando Chanyeol y yo no andábamos por allí, la señora Hyeyoung recibía a sus amistades en el gabinete. Hubiera preferido no saberlo, y el descubrimiento me molestó.

Kasper estaba oliendo el sofá y moviendo el rabo. Por lo menos, él no
sospechaba del visitante. Cogí mi abrigo y salí del cuarto. En el mismo momento, la puerta del salón que daba al corredor enlosado y las dependencias traseras de la casa se abrió, y oí unas voces. Volví como una flecha al gabínete, justo a tiempo de que no me descubrieran. Allí me quedé, detrás de la puerta, haciendo un gesto a Kasper, que se había quedado al acecho, con la lengua colgando y moviendo el rabo. El demonio del perro iba a descubrirme.

Me quedé muy quieto, casi sin respirar.

Entonces oí la voz de la señora Hyeyoung, que decía:

-Debe de haber entrado en la biblioteca. Ha vuelto temprano, por algún motivo.
Si está en la biblioteca, puede usted salir por el hall, sin que le vea. Espere aquí mientras voy yo a ver.

Estaban hablando de mí. Aumentó mi incomodidad más que nunca. Todo aquello era demasiado misterio. Y yo no quería coger a la señora Hyeyoung haciendo algo que no estuvíera bien. En aquel mismo momento, Kasper volvió la cabeza rápidamente hacia el salón, y salió moviendo el rabo.

-¡Hola, chuchillo! -oí que decía la voz de un hombre.

Kasper comenzó a ladrar de alegría. Busqué con la mirada un lugar donde esconderme. No había sitio alguno. Se fueron acercando las pisadas, y el hombre entró en el gabinete. No me vio al principio, porque estaba yo detrás de la puerta; pero Kasper se lanzó sobre mí ladrando de contento.

Tras la sombra [Chanbaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora