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El silencio es incómodo y no me siento con el ánimo suficiente para molestar a mamá. Hoy es diez de agosto, lo que significa que la abuela cumple un mes de fallecida.

En eso escucho a papá aclarar su garganta y centrar su mirada en Jieun.

—¿Cómo te ha ido en la escuela, Jieunie?

—Bien papi, no soy la mejor pero tampoco la peor —responde mi hermana, papá asiente y ahora su mirada está en mí.

—¿Ya sabes lo que vas a estudiar, Yoon?

—Uhm... no —respondo y dejo los palillos en mi plato, estoy nervioso.

—Te falta menos para terminar la escuela deberías tener en mente lo que quieres estudiar —señala y yo asiento—. ¿Jaebum?

—Es difícil pero no imposible —murmura Jaebum, el universitario.

Mi celular comienza a sonar y lo saco de mi pantalón para ver quién es, pero es un número desconocido. Me pongo de pie y escucho la garganta de mamá ser aclarada.

—Permiso —digo y me alejo del comedor. Contesto—. ¿Bueno?

—¿Min Yoongi? —pregunta una voz femenina.

—Con él.

—Yoongi, soy Solar. ¿Me recuerdas?

—Si, sí. ¿Qué pasa?

—¡Estás dentro, Yoongi! —dice y por su tono de voz puedo asegurar que está emocionada.

Me quedo congelado y mis manos se ponen frías. No sé cómo reaccionar, pero lo que sí tengo claro es que no estoy emocionado.

—Okey —susurro.

—¿Por qué no te siento emocionado? Los demás chicos casi me dejan sorda. Sinceramente no esperaba esta reacción. No es una reacción común.

—Es que yo no lo esperaba —admito por lo bajo.

—Entiendo. Hoy en la tarde nos juntaremos para que leas y firmes el contrato además podrá ser el momento perfecto para que conozcas a los demás chicos.

—Está bien. ¿Dónde será la reunión?

—Te enviaremos la dirección y hora por mensaje. Por cierto, felicidades Yoongi, será un honor tenerte con nosotros.

—Gracias —murmuro y cuelgo dejando salir un suspiro cansado y vuelvo a la mesa.

El mensaje llega de inmediato, lo leo y guardo el celular para continuar con mi almuerzo.

—Estás pálido Yoongi, ¿te sientes bien? —escucho la voz de Jaebum, asiento sin mirarlo. Mi cuerpo está tenso.


***


Ya estoy aquí y no negaré que estoy nervioso e intimidado, pero yo puedo. Que el edificio sea enorme no tiene por qué intimidarme. Me adentro al edificio, el guardia me detiene y le explico a lo que vengo. El hombre amablemente me da indicaciones y yo agradezco la información, el mensaje decía la dirección y la hora, pero nada más. Lo bueno es que no me perdí.

Me adentro al ascensor y marco el número 18 para luego apoyarme en la pared de metal. Big Hit Music es un edificio enorme. Acomodo mis audífonos y espero a que la puerta se cierre, pero esta se detiene a mitad del proceso. Un chico castaño se adentra, esa capucha la he visto antes, pero tengo tantas cosas en mente que a duras penas sé dónde estoy.

Rivales ➳KOOKGIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora