Capítulo 54

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De verdad estaba enojada, nunca la había visto de esa forma, ¿ahora qué debía hacer? Tenía que inventarme algo de inmediato

—Te traje... Para que saques ropa para mañana. —respondí nervioso

Sus rostro cambio de ipso facto, aunque aún se veía seria me jaló del brazo llevándome hasta su habitación.

Hace mucho tiempo no entraba a su casa, y menos a su recámara, me sentía extraño de una u otra forma.

—Siéntate, sacaré ropa para mañana. —señaló la cama

Me senté en la cama un poco nervioso, moviendo mis piernas de un lado a otro.

—¿Tu... Tu familia no está?. —pregunté al recordar que cuando entramos no había nadie

—Mis padres no están, mi hermano debe estar en la habitación de abajo. —respondió mientras sacaba su ropa del armario

Su habitación era muy bonita y organizada, su cama era grande como la mía.

Estaba sentado mirando hacia la puerta, realmente estaba distraído; ella se acercó a mi y me sujetó de la mandíbula.

—¿En qué piensas?. —preguntó inclinando su cabeza de lado

—Nada.. sólo estoy esperando.

Se acercó a mi rostro aún más y me besó suavemente, se sentó de lado encima de mis piernas, rodeando sus brazos por mi cuello.

Mi estomago estaba chispeando, sentía cosquillas en mi, sus besos eran deliciosos, pero no tenía que sujetarme así.

—Sara. —abrió la puerta un chico

Sara dejó de besarme, pero aún sentada en mis piernas volteó a ver.

—Sebastian dile a mi mamá que hoy no dormiré aquí. —sonrió

—Está bien. —respondió —Hermanita, al menos presenta. —me miró fijamente

—Ah! Claro... —se levantó de mis piernas —Él es Cristian. —me señaló

—H-hola... Mucho gusto. —respondí nervioso —Soy Cristian amigo de Sara... —Mi manzana de Adán bajo y subió rápidamente

—Si son amigos ¿por qué se estaban besando?. —preguntó su hermano, Dios! Que vergüenza

—Cállate! Tu has hecho lo mismo y nunca te he dicho nada. —respondió Sara —Ya salte de mi habitación. —lo empujó hacía afuera

—¿Hace cuánto terminaste con Esteban? ¿Era cierto lo que me dijeron?.

—Deja de decir su nombre, luego te cuento, sólo salte ya. —gritó Sara

Su hermano se rió y salió de la habitación. Sara cerró la puerta y puso seguro.

—¿Ya nos vamos?. —pregunté

Ella simplemente sonrió y se acercó lentamente hacia mi, sus ojos estaban en llamas, al parecer estaba caliente otra vez.

Me tiró a la cama y se subió encima mío, con sus manos agarró las mías y las pasó por todo su cuerpo. Me miró con deseo y con su cuerpo encima se inclinó a mi rostro, sus manos se postraron en mis mejillas y junto sus labios con los míos.
Empezó a besarme suavemente, sus besos eran cálidos y deliciosos, la tomé de la cintura juntándola más hacia mi.

Esos besos calientes me ponían ganoso de su cuerpo perfecto; puse mis manos en su rostro, la besé con ternura y.. amor. No! Por Dios! La estaba besando con Amor! No con calentura!! Maldita sea!

¿Mejores Amigos o Más?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora