¿Mejores Amigos o Más?

Capítulo 78

Las horas pasaron y pronto salieron de la Universidad.

—¿Ya no estás enojada?. —Indagó Cristian

—No, ya se me pasó un poco. —Rodó los ojos

—¿Qué hago para que me perdones?. —Puso cara triste

—Sólo espero que no vuelvas a salir con esos pensamientos tan estúpidos. —Frunció el ceño

—Ya ya. —Le estrujó los cachetes —No volverá a pasar, te lo prometo, no quiero que te enojes conmigo. —Se acercó a su rostro

—Oye!. —Sus mejillas enrojecieron —Aún no estamos tan lejos de la Universidad para que hagas eso.. Nos van a ver. —Se puso completamente nerviosa

—No iba a hacer nada malo, como crees. —Sonrió —¿Qué haremos hoy?.

—Tengo hambre, y quiero descansar, debo poner mi imaginación a volar para terminar los diálogos de la animación.

—Es cierto, ¿cuándo quedaron en que nos reuniríamos para seguir con la animación?.

—Mañana, en horas de la tarde, a las tres, si no estoy mal.

—¿En dónde será?.

—En casa de Lys, creo. —Volteó a verlo —¿No ves los mensajes del grupo?.

—Eemm nop. Son demasiados, mejor te pregunto y ya. —Alzó sus hombros

—El viernes anuncian los ganadores de este Semestre, quien se ganará la beca y quien se ganará el viaje a otro país. —Lo agarró del brazo —Yo creo que tu serás el primer ganador.

—Si te soy sincero, no me interesa ser el ganador, espero que alguien más gane la beca, yo no la usaría en lo absoluto, y lo sabes.

—Lo sé, sé que eres una muy buena persona, alguien digno de admirar.

—Que exagerada. —Le apretó la cintura

—Jajaja. —Rió mientras se soltaba —Sabes, tengo muchas ganas de tenerte adentro, hoy fue un día estresante.

—Para mi será un placer señorita.

—(En el apartamento de Cristian)—

—Muchas gracias por la comida, estaba deliciosa. —Sonrió —De verdad todo lo qué haces es exquisito.

—Ummm si.. —Se acercó —Pero, ¿Todo?. —Le susurro al oído y la agarró de la cintura

—Dios, pero claro que si. —Lo besó —¿Por qué crees que soy tan adicta a tu cuerpo?.

Ambos se levantaron de la mesa y subieron a la habitación, pero sus besos no pararon en lo absoluto.

Los besos de Cristian bajaron por su cuello, sus manos empezaron a rozar su piel. Ella se desnuda mientras él hace lo mismo. Ella se recuesta en la cama con sus brazos extendidos hacia atrás y sus piernas flexionadas, dejando que Cristian vea completamente su intimidad, él se saca el cinturón y le amarra sus manos en la cabecera.

Toca suavemente su piel, en tanto va dejando besos suaves cerca de sus pezones, metiéndole los dedos por su intimidad, hasta que ella se excita lo suficiente y le pide a gritos que la penetre; él accede, las piernas de ella se rodean en su cintura y en esto aprovecha para hacer con ella lo que él quiera. La embiste fuerte y rápido, arrodillado.

En una maniobra rápida la voltea dejándola en cuatro y la vuelve a penetrar, en cada embestida lo hace con más fuerza, empieza a nalguearla y ella gime cada vez más fuerte, sus manos bajan a su intimidad y empieza a mover sus dedos en su clítoris para darle aún más placer a ella.

Ambos gimen fuerte, disfrutan cada segundo en el que sus pieles chocan fuertemente, es como si sus cuerpos fueran él uno para el otro, entrelazan perfectamente. En la última embestida ambos logran llegar al orgasmo.

Cristian la aprieta fuerte y ambos caen en la cama, él aún la tiene entre sus brazos, y ella se sonroja aunque él no lo note.

Después de que pasaron algunas horas durmiendo abrazados, ambos se levantan y se visten.

—Tengo que poner manos a la obra, debo terminar los diálogos.

—Claro que si, ¿te gustaría que pida algo de comer mientras?. —Se acerca a ella

—Me parece bien. —Sonríe —¿Crees que podrías ayudarme un poco?.

—Por supuesto. —Se sienta a su lado, mientras pide a domicilio una caja de pizza

Pasan unas horas más y pronto logran terminar los diálogos para el proyecto de la animación.

—Ya es tarde, voy a llevarte a casa. —Se levantó Cristian

Ella asiente su cabeza y se levanta de inmediato.

Ambos salieron del apartamento, y Cristian la llevó a su casa.

Llegaron, se despidieron y Sara entró a su casa.

—Hola mamá, ya llegué. —Saludó

—Hola mi vida, ¿cómo te fue?. —Besó su frente —Pensé que no vendrías a dormir, mi amor. —Sonrió

—Me fue bien mamá, mañana tenemos que adelantar el proyecto de animación. —Sonrió —Hoy olvidé alistar ropa, así que no podía quedarme a dormir.

Se dieron las buenas noches y se acostaron a dormir.

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