Capítulo 94

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Ya había llegado el día esperado, sería la inauguración del nuevo Restaurante y Bar de Cristian. Todo comenzaría a las siete de la noche.

En la tarde ayudé a Cristian y al otro chico a organizar todo en el lugar, pusimos algunos nombres provisionales para las comidas y los tragos, ya que luego cambiaríamos los nombres por algo mejor.
Después de haber arreglado todo, Cristian me dejó en mi casa para alistarme y ponerme guapa.

Tomé una ducha, me puse el hermoso vestido que me había comprado Cris, me coloqué los tacones, planché mi cabello, y esta vez me había maquillado mejor, quería verme bonita, era algo especial.

Pronto Cristian llegó a recogerme, pero esta vez en su camioneta. Se vea demasiado lindo cuando bajó de su auto, estaba bien peinado, con ese traje formal, y olía delicioso. Podía jurar que cualquier mujer se enloquecería con sólo verlo.

Abrió la puerta del coche y me subí en la parte de adelante, junto a él. Encendió el motor y empezamos el recorrido, a los pocos segundos colocó un poco de música con bajo volumen, algo tranqui.

—Te ves hermosa. —Sonreí genuinamente, no era algo que él me dijera todos los días

—También te ves muy guapo. —Devolví el piropo

Seguimos en silencio durante todo el trayecto hasta llegar al lugar, donde ya había bastante gente esperando, y entre ellos estaban nuestros amigos, todos se veían realmente guapos, las chicas con vestidos súper lindos, y los chicos con traje formal. Cabe aclarar que fueron absolutamente todos los de nuestro entorno social, Lys, Sebastián, Lauren, Angela, Adrián, Alan, Marcos, y José.

El ambiente era estupendo, había música para bailar, a la gente le había encantado la comida, y la bebida ni que se diga. El tiempo había pasado algo rápido y ya muchos estaban ebrios. De vez en cuando bailé con Cristian, y en algunas canciones románticas, mi corazón palpitaba fuertemente, y sentía unas inmensas ganas de besarlo y abrazarlo, pero me ahorré hacer ese ridículo.

De un momento a otro no vi más a Cristian, no sabía dónde se había metido, nuestros amigos estaban más borrachos que los mismos borrachos. Me fui a la barra de licores, me senté en unos de los asientos que habían allí, y le pedí un vaso de agua al mesero. Intenté buscar a Cristian con la mirada, pero había tanta gente que no logré encontrarlo, ya estaba estresada, quería irme.

—Hola. —Escuché una voz desconocida e inmediatamente volteé a mirar —Estás muy bonita, ¿cómo te llamas?. —Dijo un chico alto, con cabello rubio Crespo, de ojos color miel

Lo ignoré por completo, no respondí su pregunta, no tenía la obligación de hacerlo, y tenía suficiente estrés como para prestarle atención.

—¿Te gustaría un trago?. —Volvió a hablar

—No, gracias. —Respondí sin mirarlo

—Entonces, ¿Bailamos?.

—No, gracias. —Volví a negar y él se levantó

—Ven, vamos. Te invito donde estoy con unos amigos. —Se acercó un poco a mi

—No quiero, gracias.

—Te ves muy sola, simplemente te estoy invitando.

—Vengo con mi novio. —Fue lo primero que se me vino a la cabeza, para poder sacármelo de encima, pero el chico se rió

—Pero yo no te veo el novio. —Volvió a reírse —Vamos, te invito unos tragos, tengo suficiente dinero.

—No me interesa, y no quiero. Mi novio es el dueño de este lugar. —Lo miré con el ceño fruncido. ¿Ya ni si quiera decir que tenías novio, te quitaba un intenso de encima?, era el colmo

¿Mejores Amigos o Más?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora