¿Mejores Amigos o Más?

Capítulo 97 Final

Sara

Después de ese viaje a Cancún, era feliz cada maldito segundo de mi vida, porque lo tenía conmigo, porque era mío, porque me amaba, porque lo amaba, porque estábamos juntos, porque tenía al niño más lindo, más tierno y amoroso de todo el mundo, y me sentía la más afortunada de todo el planeta, si, así de alto tenía el ego con este amor tan maravilloso.

Los meses transcurrían de forma rápida, los momentos entre los dos aumentaban más, cada vez habían más cosas que hacíamos juntos, el amor era más fuerte cada día; ambos éramos más felices de lo normal.

No tuvimos peleas fuertes, al contrario, siempre hablábamos todo, había tanta comunicación que sólo bastaba con decir lo que no nos gustaba y de inmediato lo cambiábamos, mejorábamos constantemente en la relación, el uno al otro.

Nunca pensé que podía tener un amor tan bonito como el suyo, ese amor que es tan fuerte que a veces piensas que vas a estallar de ternura, ese amor fuerte que va contra viento y marea, de los que nadie puede derrumbar.

Un día, ya íbamos por el 6 semestre, llevábamos aproximadamente 2 años y 5 meses, nunca olvidaré ese día.  Estábamos cumpliendo mes, llegué a mi casa con él y todo estaba preparado, estaban nuestros amigos, mis padres, los suyos, había decorado mi casa. Me había comprado un ramo de flores gigante, un oso tan grande como él; grité de la emoción, ese día salte y revolotee de felicidad, y de pronto él se arrodilló ante mi y sacó su anillo.

—¿Desea la mujer más hermosa del mundo, Casarse conmigo?. —Nunca podría olvidar esas palabras —Quiero todo contigo, hasta lo que no es posible, quiero estar contigo hasta el último día de mi vida, y así como hasta ahora, seguir entregando todo mi amor para ti, el cual crece con cada segundo que existo.

Ese día lloré como magdalena, es que, ¿quién no lloraría?, eran las cosas más hermosas que me pasaban en mi vida, desde que estaba junto a él.

Meses después fue la boda, donde me obsequió una camioneta similar a la que tenía él, aunque no la usara mucho ya que siempre estaba con él.

Ambos negocios habían crecido bastante, y yo también trabajaba junto a él, también había montado mi negocio de lo que habíamos estudiado en ese entonces, donde gracias a Dios me fue excelente.

Los años pasaban y el amor nunca se acaba, al contrario, siempre era más fuerte, más lindo, él nunca cambió, siempre fue el mismo como desde el principio.

Decidimos tener un bebé, ambos tomamos la decisión, cuando él tenía 24 y yo 23. Tuvimos una hermosa niña, que salió con los mismos ojos de Cristian.

¿Quien lo iba a imaginar?, que tendría un amor tan grande a causa de mi calentura en la juventud.

Envejecimos, y nos amamos, incluso hasta el último aliento.

Fin

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Hola!, espero les haya gustado mi libro <3, y gracias por haber leído hasta aquí.

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