Konan
Vamos de camino al super para comprar un helado de vainilla.
Noah me consiente mucho. No mucho... MUCHÍSIMO.
Aunque a veces siento que abuso de él... siempre me compra lo que quiero aún sin pedírselo, solo le digo "se me antoja esto" y lo compra.
―Helado de vainilla ―canto―. Delicioso helado de vainilla, con su hermoso color amarillo. Helado de vainilla, con mucho chocolate y más chocolate, con chispas de colores, y mucho, mucho más chocolate. ―finalizo mi canción improvisada.
Noah ríe.
―¿Cómo es que hiciste una canción para un helado?
―Mi canción se titula: "Helado de vainilla". ―digo ignorándolo.
―Odio que me ignores.
―Helado de vainilla. Delicioso helado de vainilla, con su hermoso color amarillo. Helado de vainilla. Con mucho chocolate y más chocolate, con chispas de colores, y mucho, mucho más chocolate.
―Si sigues ignorándome no habrá helado de vainilla, con mucho chocolate y chispas de colores ―dice cantando.
―Entonces no te ignoro ―volteo a verlo―. Noah.
―¿Si?
―¿Por qué estás tan guapo, chiquito? ―digo para contentarlo y sí me compre mi helado.
―Soy guapo porque a mí si me hicieron con amor ―dice sonriendo coqueto.
―¡Noah!
Él ríe...
―Solo soy hermoso a tus ojos.
―Eres hermoso a los ojos de la imbécil de Meloddie.
―Pero sabes que solo me importan tus ojos, no los de ella. Si me veo hermoso para ti, basta.
―Sé que es suficiente.
―Sigue cantando...
Y empiezo a cantar de nuevo la canción del helado...
La canté todo el camino hasta llegar al super.
Cuando salimos, con un bote de dos litros de helado de vainilla, nos sentamos en una mesita para estar.
Noah también compró cucharas, así que no nos vamos a preocupar por como comer el helado.
―Ahg ―expresa Noah―, Estoy cansado.
―Por eso comerás helado.
―Uy, que gran premio ―dice girando los ojos, sentándose chueco, a media silla tendrá el trasero.
―Noah.
―Mmm ―cierra los ojos.
―Siéntate bien.
―¡Aay! Eres insoportable. Déjame dormir.
―No... ―abro mis ojos a más no poder...
Eres insoportable...
Esas dos palabras hacen eco en mi cabeza.
Insoportable...
Sé que solo está bromeando... pero, duele.
Siento que mis ojos arden.
¿Es en serio? ¿Voy a llorar?
Soy una maldita sensible.
No veo que hace Noah, si ya se sentó bien, si ya abrió los ojos... Estoy nublada.
―Konan. ―escuché a lo lejos.
Se quedó la imagen de Noah, mal sentado, con los ojos cerrados diciendo: "Eres insoportable"
―Oye, lo siento, no quise ―habló Noah y volví a verlo. Ya estaba bien sentado―. Konan.
Sentí como una lágrima bajó.
Noah se levantó rápido.
―Lo siento, fui un imbécil, Konan, háblame, no te quedes callada, di algo ―habla desesperado, se sentó en la silla a mi lado izquierdo y volteó mi cara con gentileza―. Konan háblame, por favor, sé que no debí, perdóname.
―Está bien ―fue lo único que salió de mi boca.
―Konan ―siento como toma mis manos entre las suyas―. Per...―
―Deja de disculparte, fue un error. ―pestañeo rápidamente―. Solo fue un chiste, soy yo la que hizo el drama ―hablo, inocente―. Perdóname tú a mí.
―No tienes que pedir perdón por cómo te sientes, no es malo, ¿está bien?
―Pero...
―Nada, está bien llorar, está bien sentirse mal, pero solo un poquito...
―Está bien. ―digo mientras él limpia el par de lágrimas que salieron.
―Te amo.
―Yo también te amo. Te amo mucho porque sin ti no sé que sería de mí. Quizá ya estuviera muerta.
―No digas eso.
―Eres mi suerte.
―Tú la mía. ―besa mi frente―. ¿Te sientes mejor?
Asiento.
―¿Comemos helado?
―Es mi favorito, claro que sí.
Noah regresa a su sitio con una gran sonrisa, abre el bote de helado que está en medio de una cuchara.
―Noah. ―le hablo buscando algo en la mesa.
―¿Qué buscas?
―No compraste chocolate ―hago un puchero.
―Tsss ―se toma la cabeza con las dos manos―. ¡El chocolate! Espera aquí, mira ―señala detrás de mí―. Hay una tienda, voy a comprar chocolate, ya vuelvo.
Lo espero ahí, saboreando el helado.
Ya han pasado casi diez minutos y Noah vuelve con una botella de chocolate Hershey, y me la entrega.
Yo bailo en mi sitio.
Cuando el se sienta señala mi camisa.
―Me gusta tu camisa ―me alaga.
―¡Gracias! Duré muchísimo en conseguirla, aunque sea de tianguis, es de mi banda favorita.
―Te ves hermosa.
―Lo soy ―digo, egocéntrica.
Mi camisa de Slipknot... Tiene las letras color rojo arriba y tiene la máscara de cada uno de los integrantes, mi favorita es la del vocalista, blanca lisa con unas púas en el borde. Esa es la máscara del 2008. Lo amo mucho, su voz me da tranquilidad, aunque sea metal, me relaja mucho.
El ruido me relaja...
Pero solo el ruido de la música, el de las personas hablar, me fastidia.
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Yo, la autora.
¿Cómo están? Espero y bien.
Los iba a dejar sin capítulo porque mi internet está re mal JAJAJA.
Hasta que pude.
No olviden comentar y votar, me ayudarían mucho también si recomendaran a más personas.
Les ama;
Kalena.

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Konan y Noah [COMPLETA]
Teen FictionKonan es una chica de 15 años que sufre de maltrato familiar. Ella es algo solitaria y solo tiene un amigo: Noah, quien es un chico dos años mayor que ella, aun así, él siempre ha estado para ella en las buenas, en las malas y en las peores. Un par...