Noah
Konan va a estar bien. Vamos a estar bien.
―Ven ―le tomo de la muñeca separándome de ella de un abrazo.
―¿Adónde?
―A dar la vuelta. Mañana es graduación y quiero comprarte algo.
―¿Okay? ―dice ella sonriendo pero su ceño fruncido.
Bajamos ―casi― corriendo las escaleras y cuando llegamos al marco de la cocina, le llamo a mamá:
―¡Mamá! ¡Iré con Konan al centro comercial! ¿Ocupas algo?
―Vallan con cuidado ―contestó ignorando mi pregunta.
Volteo a ver a Konan, quien ya me está mirando, y le sonrío. Tomo las llaves de mi coche y de la casa y salimos de ésta.
Le abro la puerta a Konan para que ella entre, cuando lo hace, cierro la puerta y corro para entrar al piloto.
―¿Todo un caballero?
―Como siempre ―digo apoyando mi cabeza sobre su hombro.
Prendo la radio después de acomodarme y encender el carro y de esta suena Youngblood de 5SOS.
Mi banda favorita.
Empiezo a cantar y Konan solo me mira, sonriendo.
—Remember the words you told me...
—"Love me 'til the day I die". ―la sigue Konan.
―Surrender my everithing.
―'Cause you made me believe you're mine...
―Yeah ―la miro―. You use to call me baby ―golpeo con los dedos el volante―. Now you're calling me by name.
Seguimos cantando.
―Youngblood! Say you want me, Say you want me, out of your life. ―ambos cantamos.
―And I'm just a dead man walking tonigth.
―But you need it, yeah, I need it all of the time... ―canta solo ella.
―Youngblood! Say you want me, Say you want me, back in your life, so I'm just a dead man crawling tonight. ―cantamos los dos.
Seguimos cantando hasta que la canción terminó...
―¡AND I'M JUST A DEAD MAN WALKING TONIGTH! ―ambos gritamos y reímos.
Se quedó en silencio mientras se ponía la siguiente canción.
Pero como no nos la sabíamos, decidimos apagar la radio.
Quedamos en un ligero silencio. Un silencio cómo para ella y para mí. Pero era raro quedarnos callados mientras estábamos por las calles, ella siempre habla de las travesuras que hacía de pequeña y de su hermoso invernadero en su gigante jardín en su casa. No es pequeño, es gigantesco.
Su casa en sí parecía una mansión.
Ella me a contado que su bisabuelo era no se qué en el gobierno, cuando falleció le dejo la casa a nombre de su hijo ―su abuelo― y cuando nació Konan, las escrituras y la casa pasó a nombre de ella. Se siente afortunada, pero a la vez no, porque en esa casa no ha tenido recuerdos buenos.
Ella empieza a tararear una canción que no reconozco.
La miré, dedicándole una sonrisa y ella me miró, devolviéndola.
Su sonrisa se entristece junto con sus ojos y deja de tatarear la canción.
―¿Sucede algo?
―¿Por qué te enamoraste de mí? ―pregunta en seco.
―¿Eh?
―Sí, ¿por qué? ―me mira―. O sea, yo no tengo una piel perfecta, mis manos no son finas ni delicadas, tengo pancita, tengo estrías, y una fea cicatriz en la panza, tengo piernas gordas, mi cabello no es hermoso, ni rubio ni negro, es común y corriente, al igual que mis ojos. Mi piel no es blanca...
Sonrío.
―Tengo ojeras, más a parte, tengo unas marcas en los brazos por los piquetes de moscos, que parece raro, pero es cierto...
―¿Sabes? ―le interrumpo.
―¿Si?
―Por eso me enamoré de ti ―la miro en semáforo rojo―. Me intrigó el no saber exactamente el color de tus ojos. Ahora sé que son marrón oscuro. Me enamoré de ti porque porque tu piel tiene barritos, porque tienes estrías, por tu pancita, por tus cicatrices, por tus manos no delicadas; por tu cabello desordenado ―miro al rente arrancando, Konan solo me mira impresionada―. Me gustas así, me encantas así. Eres perfecta así.
―Meloddie es más bella.
―No, ¿cómo te pones a compararte con ella?
―Es perfecta, por eso no entiendo cómo te enamoraste de mí.
―Me enamoré de ti porque no eres Meloddie.
―A ver, dime, ¿qué hay de bonito en mí?
―TODO, no hay nada feo ―la miro sonriéndole―. La cicatriz de tu cuello es sexy.
Ella se tapa su cara con ambas manos.
―Eres hermosa, perfecta, eres Konan, MÍ Konan. Mi terroncito.
Ella se sonroja ocultándose más en sus manos.
―¿Entonces soy hermosa? ―pregunta aún con sus manos en la cara.
―Eres más que eso, eres preciosa, una diosa, eres la mujer más linda del planeta.
―No... Son las Kardashian.
―Uy no ―niego con la cabeza―, no te llegan ni a los talones, mujer. Ellas son... solo eso, su apellido y su fama las hacen ver disque hermosas.
―¿Vas a negar que las Kardashian son bonitas?
―Sí ―sonrío―. Ellas no son nada sin su apellido, dinero y fama. Sin ofender. ―carraspeo la garganta―. En cambio, tengo a mi propia Kardashian aquí sentada en el copiloto de mi humilde carro.
Ella ríe.
―Pero...
―No necesitas un cuerpo perfecto, curvas a medida, sonrisa perfecta, piel perfecta, ni mucho menos dinero para ser hermosa Konan. Tu eres hermosa así, con tus uñas malhechas y tu pancita.
―No hay nada sexy en mí.
―Toda tú es sexy ―la miro―. Sobre todo, la cicatriz en tu cuello.
Ella se oculta la cicatriz con su mano derecha.
Rio.
―Hermosa terroncito, eres her-mo-sa. ―deletreo―. ¿Te lo repito? ¡HER-MO-SA!
―¡Joder! Cállate.
Reímos.
―No retiraré lo dicho ―la miro―. La cicatriz de tu cuello es sexy ―le doy una sonrisa y sus mejillas se pintan.
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Literalmente, Noah le dice a Konan lo que quiero que me digan a mí... Es que he creado a un hombre maravilloso.
Estoy enamorada de Noah, de Noah y de Matthew, y de Will, de Luka, de Max... No pues de todos mis hijos. Ojalá y ustedes estén tan enamoradas de ellos tanto como yo. Espero algún día encuentren a su Noah, Matthew o a cualquiera de ellos. O ellos, que encuentren una Konan, una Clara, una Charlotte... etcétera, etcétera.
Espero que hayan disfrutado este capítulo tanto como yo.
Ya los tenía poco abandonados, ¿no?
Aquí un nuevo capítulo.
Les quiere con todo su corazón;
Kalena.

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Konan y Noah [COMPLETA]
أدب المراهقينKonan es una chica de 15 años que sufre de maltrato familiar. Ella es algo solitaria y solo tiene un amigo: Noah, quien es un chico dos años mayor que ella, aun así, él siempre ha estado para ella en las buenas, en las malas y en las peores. Un par...