Noah
―Noah ―me llama Konan moviéndome el brazo.
―¿Cómo que él es tú hermano?
―Lo es... ¿por qué? ―dice confundida―. Deberías ver tu cara.
―Lo conozco.
―¿Qué?
―Sí, lo he visto, no sé dónde, pero lo he visto.
―¿Okay? ―se acerca a mí y me toma por los brazos―. Es hora de cambiarse querido Noah, vas a la escuela.
―Te voy a llevar a la casa de tus abuelos.
―No es necesario, puedo tomar un taxi.
―No señora, yo te llevo. ―me le safo y tomo ropa casual―. No voy a la escuela.
Alguien toca a la puerta y volteo. Es mi papá.
―¿Cómo que no vas a la escuela? Tienes que ir.
―¿Cómo dejaré a Konan sola? ―digo mientras saco unos calcetines negros.
―No, no, jovencito, ya van dos días que faltas a la escuela.
―Pero mañana es la graduación.
―Y por eso tienes que ir.
―Pero...
―¡Nada! Te cambias y te vas a la escuela.
―¿Y Konan?
―Se queda aquí.
Volteo a ver a Konan y tiene una cara de aprobación a fuerzas. No le gusta quedarse en mi casa sin que yo esté.
―Tiene razón, Noah ―ahora habla ella―. Has faltado a clases por mi culpa.
Me acerco a ella.
―Shhh, ¿tu culpa?
―Si.
―No, no lo fue, sabes que me encanta pasar tiempo contigo, ¿la escuela? No me importa.
―Bueno, chicos, los esperamos en el desayuno abajo. ―mi papá avisa y se va.
Vuelvo a ver a Konan.
―Hey...
Sus ojos empiezan a mojarse.
―Es que lo siento, no debí quedarme, Joshua te golpeó por mi culpa y no...
La llevo a mi pecho y la abrazo suave.
―Shh, estoy bien, no pasó nada.
―¡Claro que sí! Te hizo daño.
―Estoy bien, si tú estas bien, yo también, ¿okay?
―La vida es aburrida e injusta. ―se limpia las lágrimas.
―Sí... La vida es aburrida e injusta. Es lo más valioso que tenemos y lo que más rápido queremos perder. Así es esto, Konan, así siempre será.
Ella no dice nada porque sabe que es verdad.
―Me iré a cambiar, si quieres toma algo de mi ropero y póntelo. Tienes que ir a desayunar.
―Pero...
―Nada.
―Te espero.
―No, está bien.
―Te espero y no es pregunta.
Ella va hacia el ropero y saca la sudadera negra gruesa que tanto le gusta.
―Te la voy a robar.
―Te la regalo.
―¿En serio?
―No. ―sonrío.
Hace puchero.
―Voy a cambiarme. ―salgo del cuarto y voy al baño.
La dejo ahí en el cuarto y veo por el poco espacio que deja la puerta para verla ponerse la sudadera. Está feliz.
Verla feliz me pone feliz.
―Konan. ―le llamo.
―¿Si?
―Te amo.
Ella sonríe.
―Yo también ―me avienta un beso, y yo se lo devuelvo.
―Te veo abajo.
Ella asiente.
¿Konan? Konan es el amor de mi vida.
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HOLIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, ¿Cómo están? Espero que bien... bueno, yo estoy feliz porque por fin pude escribir. (Se me bloqueó la pc) Solo a mí me pasan esas desgracias.
En fin... Espero les esté gustando mi libro porque yo me estoy ilusionando mucho, y si tanto te está gustando, me harían muy feliz recomendando el libro por cualquier medio, les agradecería mucho porque sería mi sueño hecho realidad.
Recuerden que deben comer bien y tomar mucha agüita, la soda es mala para su salud (a menos que se les baje la presión como a su servidora) Jeje.
Les amo mucho amores míos, son lo mejor de mi vida;
Kalena.
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Konan y Noah [COMPLETA]
Teen FictionKonan es una chica de 15 años que sufre de maltrato familiar. Ella es algo solitaria y solo tiene un amigo: Noah, quien es un chico dos años mayor que ella, aun así, él siempre ha estado para ella en las buenas, en las malas y en las peores. Un par...