Konan
Un anillo de promesa.
Vivir en Toronto.
Y el amor de mi vida.
Ahora soy más que feliz.
—En serio, ¿Todo esto fue planeado? —Pregunté cómo una boba. Aún no lo asimilaba.
—Sí. Lo fue. Todos lo saben. Hasta ellos. —Giró si cabeza y atrás de nosotros estaban sus padres.
Su madre y padre sonrieron y susurraron un «felicidades». No lo podía creer, era demasiado hermoso... y perfecto.
—¿Hasta los reyes del baile?
—Sí. Hasta los reyes del baile. Todos aquí te adoran, Konan.
—¿Qué dices? —Pregunté, confundida.
—Todos saben quién eres y todos están aquí para protegerte. —Otro chico, un poco más alto que Noah susurró a mi oído eso para pasar a darle un choque de puños a Noah—. Iba a funcionar bro.
El chico me dio un abrazo y mire a Noah con mirada «este quién es», y el solo sonrió. Típico.
Otra chica se pasó a saludarnos y felicitarnos.
—Tan hermosa, Konan. Felicidades —dijo y me abrazó.
No sabía quién era la chica, pero era tan bonita y genial. Y que ella me dijera hermosa me hizo sentir bien.
Obvio porque ella era más linda que yo, mucho más alta, y su cuerpo más trabajado.
—Todos son muy amables.
—Todos te quieren, Konan.
Todos...
No lo creía, era demasiado inesperado todo esto.
—Y alguien, a la que menos te espera también te ama, Konan.
Meloddie, llega a un lado de nosotros y me da un abrazo.
La verdad es que no fue falso, fue lleno de amor.
Nunca pensé que Meloddie estaría aquí.
—Felicidades. —Soltó y me apretó un poco más.
—Gra-gracias, Meloddie.
Ella se separó de mí y me regalo una sonrisa.
—Estoy muy feliz por ustedes dos, por fin juntos. —Su mirada me decía que estaba diciendo la verdad. Ella no mentía.
—Gracias, Med —le agradeció Noah—. Creo que sin ti no hubiera podido hacer esto.
Ella le sonrió.
—Siempre puedes contar conmigo, Noah. Y también tú, Konan —se giró hacia mí—. Perdóname por todo lo del pasado, en serio, no fue mi intención.
—No pasa nada... yo tampoco fui tan amable como pensamos.
Ella me volvió a abrazar.
Su aroma era muy dulce, y su piel muy suave.
—Med. —Le llamó Noah—. Vámonos de aquí.
Ella volteó a dirección a la que miraba Noah y, yo también.
Había un hombre de alrededor de unos 25-30 años, era moreno, alto. Estaba guapo pero, a la manera en la que Meloddie lo miró mi mente solo dio una alerta:
Correr.
Noah tomó mi mano y yo tomé la de Med.
Ese hombre parecía muy tranquilo, caminando hacia nosotros.
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Konan y Noah [COMPLETA]
Teen FictionKonan es una chica de 15 años que sufre de maltrato familiar. Ella es algo solitaria y solo tiene un amigo: Noah, quien es un chico dos años mayor que ella, aun así, él siempre ha estado para ella en las buenas, en las malas y en las peores. Un par...