Konan y Noah [COMPLETA]

31

Konan

No lo podía creer.

Todo mi jardín estaba destrozado, estaba caído, estaba roto.

Mis girasoles estaban secos.

Esto no lo perdonaba ni aunque me pagaran 10.000 dólares.

No lo creía.

No era real.

Sí... seguía dormida, pero esto era real.

Monthy había llegado, Noah le llamó.

Verlos juntos me hacía bien. Mi medio hermano y mi... novio no oficial.

Se escucha raro.

Monthy no es mi hermano, pues él es hijo de otro señor, pero ambos tenemos la misma madre. No es raro, creo que hay varias familias en el mundo así, como la mía.

Lo bueno es que él y yo nos llevamos muy bien.

Los tres teníamos escobas, barriendo todo el desastre que de seguro Martha y Joshua habían hecho.

No sé si era el mejor momento de decirlo, pero tenía que decirlo.

—Mañana iré al psicólogo —dije.

Ambos chicos dejaron se hacer lo que estaban haciendo y sonrieron.

—¿En serio? —Monthy se acercó a mí.

—Creo... es... fue una decisión que tomé la vez que fui al cementerio a visitar a la abuela —lo miré—. Lo haré por mí, para sentirme bien conmigo misma y hacerme saber que no soy culpable de cada cosa que pasa en el mundo. ¿Es lo mejor?

—¡Claro que es lo mejor! Estoy demasiado feliz por ti —Noah se acercó a mí y me dio un abrazo.

—¿Fue el mejor momento?

—Para dar una noticia así, cualquier momento es perfecto. Lo único que no es perfecto es el escenario en el que estamos parados —agregó Monthy.

—Son lo mejor, chicos —los abrazo—. Gracias por ayudarme a recoger todo esto.

Monthy se acercó y quitó los residuos de lágrimas.

—Ya... ya pasó —acarició mi cabeza—. Todo está bien, ¿sí?

Asentí con la cabeza y seguimos en lo que estábamos.

No quería tirar nada a la basura, así que, los pétalos que quedaban sanos y salvos los puse en agua y los congelé.

Quisiera tener ese superpoder de la hermana de Tiker Bell, ¿Periwinkel? Sí, Periwinkel. Usaría ese poder para guardar todas mis flores.

—¿Congelarlas es buena opción? —preguntó Noah, pasándome los trastes con agua y pétalos dentro.

—No lo sé, he visto que algunas personas lo hacen, no sé si sea lo correcto.

Noah asintió y me siguió pasando los frascos.

—Es de la única forma que siento que estarán seguras.

—Pero... volverán, ¿no?

—Lo más probable es que quieran volver. Pero no los dejaré.

—¿O sea cómo?

—Esta casa es mía. Está a mi nombre y puedo hacer lo que se me dé la gana.

—¿Aunque no seas legal?

—Mientras la casa sea mía y tenga a Monthy de mi lado, está perfecto.

Seguí haciendo lo que estaba haciendo y un celular sonó. Era el de Noah.

Salió al patio y después de unos minutos, nos llamó a Monthy y a mí al jardín.

—¿Qué sucede? —pregunté.

—Bueno —frotó sus manos—. Tu tío está encerrado en la cárcel y puede que tenga pena de muerte.

Abrí mis ojos al máximo, hasta que dolieron.

Él ya estaba tras las rejas.

—¿En serio? —Monthy habló.

Pero su voz fue demasiado lejana.

No podía creerlo.

Mi violador estaba tras las rejas.

—Uno de tus miedos ha sido ahogado.

La voz de Noah me trajo a la realidad.

—Lo ahogaste —sonreí.

—Claro que lo hice, con... ayuda.

—¿De quién?

—Un chico.

Daniel.

—Ya está tras las rejas y durará ahí por el resto de su vida —mencionó Monthy.

—¿Se puede?

—No solo a ti, Konan, a muchas más —sonrió, triste.

«Un gran imbécil».

—¿Morirá? —pregunté, curiosa.

—Puede —se acercó a mí—. El imbécil de nuestro tío se pudrirá en la cárcel.

—Gracias —sonreí y lágrimas de felicidad se formaron en mis ojos—. Gracias, mis chicos.

Les abracé a ambos y ellos me devolvieron el abrazo.

—Con él en la cárcel, tus idas al psicólogo serán más fáciles, ¿no? —dijo Noah.

—Ha, claro —solté una carcajada.

Uno de varios miedos ahogados.

Siempre hay una luz al final del túnel.

Y esa luz son Noah y Monthy.

Mis chicos.

::::::::::::

¡Hola! ¿Cómo estás? Espero que bien. :)

Espero les haya gustado el capítulo, esto ya casi se acaba. Después de la graduación... :(

Espero no extenderla más, pues, para no aburrir con tantas partes y no se vea larga al lector.

Gracias por leerme; 

Kari alias lamilnombres.com