Konan
Espero en el cuarto a Noah mientras trato de pasar el nivel.
Hablar con él será fácil.
Ya casi paso el nivel, pero se le ocurre aparecer causándome un susto.
―¡Noah!
―¿Qué? ¿Qué hice?
―Perdí de nuevo ―hago un puchero.
―Más tarde lo intentas pasar.
Me quedo callada.
―¿Cómo voy a pasar la noche aquí sin que mi padre vuelva?
―Konan.
―No, Noah, si me quedo aquí los pongo en riesgo.
―Tranquila.
―Noah... tengo que salir de aquí, no quiero que nada malo te pase.
―Pasa la noche aquí ―dice ignorándome―. Te prometo que mañana te llevaré a otro lado, a la casa de tu abuelo.
―¿Y la escuela?
―Ya solo dos días y salimos de ahí, tienes que despertar.
―Tú también. ―digo y él se paraliza.
―Solo... pasa la noche aquí, te lo prometo, mañana temprano te llevo fuera.
―¿Y si mandan a alguien?
―Estaré aquí para protegerte.
―¿Y si me busca la policía?
―¿Crees que te reporten como desaparecida?
No.
―Hace un mes que te fuiste de Minnesota a Toronto a buscar a tu hermano, ¿y te buscaron?
No.
―Vamos ―se acerca a mí―. Quédate. No pasará nada.
―¿Y si pasa?
―¿Y si no? ―aprieta mis hombros―. Por primera vez en tu vida, deja de ser tan pesimista.
―Está bien. Me quedaré.
―¡Eso!
―Pero mañana temprano salgo.
―Mañana temprano.
―¿Promesa? ―saco mi puño.
―Promesa ―copia mi acción y después chocamos los puños―. Promesa de puños.
Él se da la vuelta.
―Algo más ―llamo su atención.
―¿Qué pasa?
―¿Cuándo lo dirás?
―¿Qué?
―Que te gusto ―balbuceo en un susurro.
―¿Qué?
―¡Dónde comprar la crema de maní! ―cambio el tema.
―Mañana te llevo a comprar crema de maní.
Se da la vuelta y cuando llega al cuadro de la puerta, muestra su perfil y dice:
―Me gustas.
Sonrío.
―Me gustas tanto que en estos momentos quiero ir hacia ti y besarte. ―se entristece―. Pero... no puedo, no puedo porque tú no sientes lo mismo por mí. ―termina de decir y sale cerrando la puerta.
Aprieto mis puños lo más fuerte posible.
―Noah ―me levanto y voy hacia la puerta, después bajo las escaleras y fui a la cocina. Él se está sirviendo agua―. Noah ―él voltea a mí.
―¿Qué pasa?
―Si supieras lo agradecida que estoy contigo, que te amo también, pero tu no lo notas, porque no notas nada, aunque sea obvio, ¿Quién es la que actúa ahora?
Pero no lo dije. Fui una cobarde, no lo dije.
―Solo... ―cierro la boca y la abro para hablar, pero la vuelvo a cerrar―. Que tengas linda noche.
―¿Ya irás a dormir?
―Ya.
―Que tengas linda noche. ―se acerca a mí y besa mi frente.
―¿Puedes agacharte?
―¿Para qué?
―Solo hazlo.
Él me obedece.
Choco mis labios con los suyos suavemente, y me separo.
―No digas que no eres correspondido porque sí lo eres.
Me doy la vuelta y corro escaleras arriba. Cuando llego a su cuarto, me tiro suavemente en la cama para no lastimarme, y sonrío como una imbécil.
¿Qué dije al principio? ¿Que no iba a formar parte en el cliché de los mejores amigos? Me río de mí misma.
¡Qué imbécil fui al decir eso!
Sí terminé formando parte en el cliché de los mejores amigos.
::::::::::::::::::::::::::::::::
¡GRITOS DE P3RRA LOCA POR TODA LA CASA! AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH.
YA.
SE.
BESARON.
AAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH.
Son hermosos, estos dos, son hermosos.
Simplemente el cliché de los mejores amigos.
La pregunta: ¿CÓMO NO AMAR A NOAH? Si es más perfecto que una pintura de Vincent van Gogh.
Noah y Matthew (Matthew de "La locura de perderte") Son mis mejores creaciones.
Posdata: auto spam recomendando mi otro libro.
No olviden comentar y votar y los amo más que ayer y menos que mañana para mañana amarlos más.
Os quiere con todo su corazoncito;
Kalena.

ESTÁS LEYENDO
Konan y Noah [COMPLETA]
Teen FictionKonan es una chica de 15 años que sufre de maltrato familiar. Ella es algo solitaria y solo tiene un amigo: Noah, quien es un chico dos años mayor que ella, aun así, él siempre ha estado para ella en las buenas, en las malas y en las peores. Un par...