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Posdata: Te quiero

   Una vez marcado el fin, la nada es mejor; dos extraños, extraños conocidos, fingiendo el resto de su camino.

   Te extraño, cariño, me falta un tornillo; solo termina de tomar mi respiración rápidamente y menos cruel, más letal.

   Ámame más fuerte, dame la muerte.

   Pierde el zafiro, es lo que has querido, escuchemos mucho azul en discos de vinilo. Bésame fuerte y dile a mi yo del futuro que no te piense, que tiene por delante un trágico olvido, somos queridos, queridos desconocidos.

   Cierras tu boca, se oyen mis latidos, fuimos un fuerte sonido. Canela salvaje y menta apasionante, ojos y labios fulminantes; siempre he tenido un gusto amargo por lo dulcemente rebelde.

   Si me abrazas fuertemente puede que sea una pesadilla, en los sueños habituales no lo has hecho.

   Mi sangre es salvaje como el ron, mis ojos brillan sin razón, azul es mi corazón, me llevará a la demolición.

P.D.: Te quiero.

Cuatro letras mortíferasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora