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En tus ojos

   El oro cae gota a gota desde mis ojos oscuros, se escurre de mis palmas como esta situación, el conflicto de quererte.

   Mírame sin predisposición, no me mires sin mirarme y no me toques sin quererme; hallarás todo cuando la neblina no exista.

   En tus cuencas tristes está la verdad del todo, y digo "sal de mi sangre, cariño", cada vez que me siento adicto. Tus ojos canela son la calma y el desorden. Y puede que yo sea todo o nada, puede que sea el hombre o un hombre, pero ya mi sangre está en esto.

   Soy tuyo, un niño perdido en el salvajismo de tus labios.

   Mírame, mírame, con belleza solo en mis palabras, habla la realidad. Ámame o déjame trazar un sendero alejado.

...

   Le quería, ya había arrojado mis manos al fuego, al juego.

   Sus ojos susurraban suave que el cariño estaba cerca, me daban frescura y fuego. Sus ojos eran una ruina deseada.

   Yo era susceptible ante mi propio pensar y la inseguridad estaba en todo el espacio.

   Extraños y ojos pasados eran su norte y yo un objeto invisible en ocaciones.

   Buscaba permanencia en ese ambiente y la caída de barreras.

Cuatro letras mortíferasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora