Nadie a mi alrededor
Nunca me regalaste una bufanda, solo porque yo era el invierno y tú la lluvia, y ahora lo sé; que lástima que mi madre nunca me enseñó a irme, nadie a mi alrededor corre y eso es lo que aprendí, a siempre quedarme.
Nunca me dijiste cuanto me querías, lo hacías parecer explícito, aunque era solo una cortina de humo.
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Cuatro letras mortíferas
PoetryNo muchas personas creen en fantasma, pero yo soy un ferviente creyente. Sus ojos, las sombras de sus manos aún en mi cuerpo, incluso su nombre, allí está mi fantasma. Tengo miles de fantasmas que emergen del pasado, pero nunca alguno había suje...