Capítulo 19

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Massimo

Desde que me fui de Turquía mantuve comunicación con en clan Alemán informándoles de la responsable de que siempre estén huyendo, Gunther mostró sorpresa pero se callo lo que iba a decir y eso me dejo confundido, entonces si se conocen pero no tengo presente toda la historia que ellos tienen con la familia Yilmaz.

Después de eso encontrar la ubicación de Alev no fue muy difícil ya que como le dio una visita a los Meyer deduje su próximo paradero y como se que para mantener su fachada de ángel misericordioso organiza un evento anual como una especie de subasta y baile al mismo tiempo y tengo presenge que no falta mucho para eso, supe que se iría a Grecia a su agencia principal para preparar todo.

Desde que puso un pie en Grecia la he estado vigilando y he seguido cada paso que cada y no ha sido de muy mi agrado lo que he visto por ello decido buscarla en el estacionamiento de su agencia.

En la parte trasera de la galardonada agencia Heaven se encuentra un callejón que es un punto ciego y aprovecho eso para entrar manipulando la cerradura, se que este estacionamiento solo lo ocupan unas cuantas personas entre esas la que me interesa. Entro y todo está muy oscuro y silencioso se puede escuchar mi propia respiración busco el auto que me interesa y en ese instante escucho la llegada del ascensor me escondo tras un coche y veo una persona salir gracias a la luz del ascensor puedo ver de quien se trata, va con una falda de tubo color gris oscuro, tacones de punta negros y una blusa de seda color crema; me acerco a ella rápidamente la jalo de la cintura lo que provoca que suelte un chillido, la dejo su espalda contra la fría pared tapando su boca con una de mis manos y tomando las suyas con la otra. No pierdo tiempo en besarla probando nuevamente esos labios tan suaves que se resisten pero a partir de unos segundo cede correspondiendo a mi beso con la misma necesidad.
Después de unos minutos nos separamos en un silencio que se ve interrumpido por el sonido de su teléfono ella lo busca rápidamente entre sus cosas hasta hallarlo, veo por el rabillo del ojo de quien se trata la llamada por ello tomó su teléfono cancelando la llamada.

-¿Estás loco? Dame mi celular- habla intentando tomar su mano.

-No me dejaras así- hablo pegándo mi cuerpo para que sienta como me tiene logrando que se le entre corte la respiración- tu noviesito puede esperar.

-¿Y tu crees que me acostare contigo así porque si?- pregunta con ironía.

-De hecho si, porque tu también lo deseas- respondo pasando mi boca por su cuello mordiendolo suavemente- y se que no te quedarás con las ganas al igual que yo- agrego guardando su celular en mi bolsillo refregando mi pelvis contra la de ella-. Así que puedes hacer de esto una tortura o aceptar y venir conmigo para complacerte.

Muerde levemente su labio tratando de resignarse a lo que le generó.

-Y... como planeas... salir...- intenta sonar tranquila sin lograrlo, sonrió con picardía antes de darle un beso húmedo.

-De la misma manera en la que entre- la tomó de la mano guiandola al callejón donde se encuentra uno de mis autos, entra e imitó su acción arrancando dirigiéndome a uno de los departamento más lujosos. En el camino suelta su cinturón para llegar a mi lado empezando a besar lentamente mi cuello bajando su mano al falo que se me va formando por su toque.

-Harás que choque- suelto a lo que ella sonríe antes de morder suavemente mi cuello.

-Tu querías que jugaramos yo solo estoy siguiendo la partida- habla antes de llegar a mi lóbulo chupando y mordiendolo- además tu iniciaste esto ahora debes soportarlo- susurra siguiendo con su toque, freno llegando a nuestro destino soltando mi cinturón para tomarla de la nuca fijando sus penetrantes ojos grises en mi.

La Reina del Infierno [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora