Capítulo 56

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Alev

Bulgaria - Plovdiv

5h y 28 minutos después llegamos a Plovdiv, hemos cerrado todas las salidas posibles de la ciudad. Me pongo otra vez el pasamontañas saliendo de la camioneta junto a Massimo. Llegamos a una vieja bodega donde vemos el plano de donde se encuentran las ratas.

—Es un hotel de diez plantas con azotea, tiene tres salidas; la principal, de emergencia y la del personal— habló marcando con rojo las salidas— cerraremos todo el edificio, nadie sale y nadie entra. ¿Entendido?

—¡Si señora!— responden todos firmes.

—No me interesa las personas que estén ahí, quiero a toda esa maldita familia con vida— a cada arma se le coloca un silenciador y una mira.

—Cuatro francotiradores estarán en los edificios vecinos, si ven personas extrañas no duden en tirar a matar— Massimo designa los cuatro hombres que se preparan saliendo de la bodega para ubicarse.

—Por mi no se preocupen, enfoquen su atención y sus sentidos en traerme a los Cardoso, eso sí, Danilo es mío— declaró antes de que empecemos el recorrido al hotel.

Cada uno de ustedes lleva un intercomunicador y se distribuirán en grupos de seis Habla Lissandro De Santis; él y Scar junto a otros hombres se quedarán en la bodega monitoreando todo el perímetro y cámaras de hotel.

Me coloco el modulador antes de bajar e ingresar a la fuerza al hotel, los gritos son inmediatos, la recepcionista intenta oprimir un botón de emergencia pero queda petrificada cuando le apunto con mi arma.

—Sal de ahí si no quieres terminar con una bala incrustada en la frente— espeto indicándole que se quede con las demás personas.

—Quédense custodiando a esta gente, no quiero sorpresas— demanda Massimo mientras yo me acerco a la computadora del mostrador. Ingreso al sistema del hotel viendo todas las reservaciones.

Son demasiadas

—Lissandro ubica las cámaras en todos los pisos y dame señal de algo— pido por el intercomunicador.

Sexto piso, están subiendo a la azotea, dense prisa no tarda en responder le digo a Massimo que se apresura a subir conmigo— tengan cuidado los pisos restantes están llenos de hombres bien armados.

—Hoy es un buen día para matar— espeto preparando mi arma.

Subimos las escaleras hasta el cuarto piso donde una tanda de disparos nos frenan el paso, contraatacamos empezando el tiroteo, observo un elevador de carga, le señaló a Massimo y me da un granada de humo que tomo ingresando al elevador.

El elevador abre las puertas y en un segundo quito el seguro de la granada lanzando la hacia los hombres que se encuentran ahí, salgo con sigilo activando la visión nocturna en mi arma. Empiezo a disparar dando tiros perfectos en los cráneos de los hombres los cuales van cayendo uno a uno.

—Despeja...— intento hablar pero alguien me atropella empujando nos a ambos al interior de una habitación.

¿Qué sucede? ¿Reina...? la voz de Massimo es lo último que escucho antes de que el hombre me de un puñetazo en la cara logrando que retroceda.

Me pongo en guardia esperando el siguiente movimiento, intenta darme otro pero soy rápida al tomar su brazo y doblarlo aplicándole una llave. Se logra soltar barriendo mis pies, cubro mi cabeza antes del impacto que me deja sin respiración unos momentos, ruedo sobre mi espalda dándole una patada en el pecho que lo hace retroceder cuando se intenta acercar, me levanto rápidamente girando sobre uno de mis pies mientras conecto una patada en su pómulo que lo manda sobre la mesa del comedor. Me acerco tomándolo de las hebras de su cabello estrellando su rostro contra la mesa, me lanza un codazo en el estómago que me logra sacar el aire; se da vuelta dándome un gancho izquierdo y uno derecho, siento como la sangre empieza a gotear de mi nariz y mi labio.

La Reina del Infierno [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora