La Reina del Infierno [TERMINADA]

Capítulo 40

Mehtap

Évora-Portugal

El plan que ideó Alev no es para nada fácil, pero lo bueno es que ya he avanzado un poco, ahora Armin Meyer me cree una de sus putas VIP y eso le asegure que era, ahora estamos en Portugal en una casa de seguridad. Salgo de la habitación con mucho sigilo hacia una oficina que esta cerrada pero se que hay gente adentro escucho tres voces de hombres y reconozco a la perfección una de ellas.

Armin

-Todo esta listo para el espectáculo- escucho a uno de los hombres- mañana en la noche estarán los fuegos artificiales.

-Perfecto, esa linda casa de nuestra reina se verá bien en escombros- escucho al siguiente hombre reír.

-Que no parezca un accidente que se vea como un verdadero atentado- habla Armin con seguridad en su voz- le daremos una clara advertencia de que no se meta con ninguno de nosotros- escucho como ríen y chocan sus vasos brindando. Me devuelvo a la habitación con suma rapidez siendo silenciosa busco mi teléfono y marco el número que necesito.

-¿Que pasa?- escucho su voz al otro lado de la línea. Entro al baño asegurando la puerta y abro la ducha para que no se oiga afuera la llamada.

-Pondrán una bomba en tu casa debes tener cuidado- habló con certeza y escucho como suspira exasperada al otro lado- será mañana en la noche.

-Bien me encargaré- responde enviándome una nueva indicación por mensaje- tu encárgate de que no te descubra y has lo que te he enviado. Yo me encargaré de tu protección.

-Lo haré seguiré con el plan, estoy consiguiendo su confianza y pronto haré que caiga por mi- habló mirandome al espejo con seguridad- no dejaré que se vuelva a salir con la suya.

-Eso me gusta oír. Por ahora procura no caer con él- habla antes de terminar la llamada.

No lo haré, él mando a matar a mis amados y eso no se perdona ni se olvida. Miro el mensaje y ya se que tengo que hacer, borro cualquier registro de llamada y contactos que acabo de utilizar. Dejo el teléfono en el lava manos y pongo un poco de música para simular que si me estoy bañando por ello me deshago de mi ropa y entro a la ducha y dejo que el agua tibia recorra cada centímetro de mi cuerpo.

***

Armin

-Mañana quiero que la noticia se vea por todo el mundo- me sirvo otra copa de whisky mientras veo a Danilo y a su hijo- quiero que sea un escándalo.

-Eso ya está preparado- me responde Danilo- nuestra gente está lista con la bomba, estos son los detonadores- me acerca unas fotos de la bomba y todos sus componentes, también me pasa uno de los detonadores él se quedara con el otro.

-Pero debemos tener cuidado con el plan b- se dirige a mi el mayor de los Cardoso- no sabemos con certeza el lugar en el que se encontrará la reina.

-Por ello existen dos detonadores hijo- le hablo Danilo palmeando su espalda.

Por cuestiones de estrategia mi padre, mi tío y yo entablamos una alianza con el clan portugués al igual que con el Italiano, no podemos depender de una sola alianza por ello tenemos más y hay una muy grande que lleva años.

-Mañana a primera hora estaremos supervisando cada paso para que todo salga a la perfección- habló antes de beberme mi copa de un solo trago- No tolero los errores.

-Tampoco nosotros y eso esta más que claro- habla Danilo con seguridad- ya ha vivido mucho la reina ya es tiempo de una nueva coronación- suelto una risa ante su metáfora, me despido y salgo de la oficina después de planear mi siguiente movimiento.

Me adentro en mi habitación donde no encuentro a la mujer que deje hace menos de tres horas dormida, pero me percato de que adentro del baño se escucha música y la ducha está abierta.

Me acerco e intento abrir la puerta pero alguien se me adelanta dejándome ver un esbelto cuerpo que apenas es cubierto por una toalla.

-¿Buscabas a alguien?- pregunta ella retirando su cabello de sus hombros.

-A ti bello Angel- acomodo mis manos en su cintura detallandola mejor.

-Pensé que estabas ocupado.

-Lo estaba pero ya no- apretó suavemente su cintura y ella suelta un suspiro con pesadez.

-¿Y vienes a relajarte?- muerde su labio sonriendo. No respondo simplemente me apoderó de su boca besándola con hambre y ganas, suelta un jadeo sobre mis labios encendiendome en segundos. Dejo caer la toalla cargando la, enreda sus piernas alrededor de mi cintura. Camino con ella sin dejar de besarla, la dejo caer sobre la cama sin despegarla de mi cuerpo.

-Señor se solicita su presencia- escucho tras la puerta y maldigo interiormente por molestarme.

-Parece que te necesitan de nuevo...- me dice Aurora cerca de mi oído.

-Tranquila que volveré- tomo su mentón juntando nuevamente nuestros labios- y nadie vendrá a interrumpirnos de nuevo- atrapó su labio inferior con mis dientes tirando de él suavemente. Me levanto de la cama acomodando la maldita ereccion que tenia ya desde que la vi con esa pequeña toalla cubriendo su cuerpo.

Salgo de la habitación estresado cerrando la puerta a mi paso.

No quiero que vean lo que no deben

-¿Qué quieres?- le pregunto al hombre que está parado enfrente mío.

-Tenemos noticias de su padre- el solo escuchar eso me pone alerta.

-Habla ya.

Empieza a caminar y lo sigo hasta el gran salón donde veo que están ingresando varias cosas y en ellas veo en una silla de ruedas a mi padre. Me acerco rápidamente a él.

-Armin- me saluda estrechando su mano con la mía.

-Padre.

-¿Esta todo preparado?- pregunta levantándose con ayuda de un bastón con dificultad.

-Todo esta listo, también tenemos un plan b- lo ayudo a llegar al sofá.

-Espero que por fin la maldita se muera- escupe con odio.

-Yo espero volverla a ver y hacerla pagar de la peor manera- respondo y él voltea a verme detenidamente.

-Debes tener cuidado, la muy perra esta loca y no se dará por vencida- toma mi rostro entre sus manos- en eso se parece a sus difuntos padres- pasa su mirada a otro lugar como si los recordara.

-Los gran Melek y Kaan Yilmaz- habló recordando la última vez que los vi. Dieron pelea hasta más no poder y la reina se parece mucho a su madre, cuando vi a los Yilmaz supe que Alev había heredado la belleza de Melek y la letalidad de Kaan.

-Los malditos Yilmaz, la familia que es y fue peor de egocéntrica y narcisista que la misma familia Greco- su rostro muestra un claro desagrado- los odio demasiado y a sus dos hijos por igual, pero mucho más a la pequeña princesa.

Empieza a sonar su teléfono y lo toma con desconcierto, se queda mirando la pantalla durante unos segundos antes de contestar.

-Hermano- habla y me deja sorprendido al escuchar ese término. Hace años que no escuchaba nada de mi tío- todo esta preparado para tu retorno.

El mellizo de mi padre.

Elias Meyer.