La Reina del Infierno [TERMINADA]

Capítulo 58

Alev

Un frío incontrolable me cala los huesos, no se donde estoy... todo esta en absoluto silencio y no logro ver nada. Una ráfaga de viento pasa y debo abrazarme a mi misma para tratar de entrar en calor. A pocos metros de mi se enciende una vela, pero parece ser sostenida por algo o por alguien...

—¿Hay alguien ahí?— me acerco lentamente sin obtener respuesta, cuando estoy mucho más cerca la persona empieza a correr subiendo unas escaleras. La sigo rápidamente tratando de no perderla.

Entro en un pasillo y pierdo de vista la luz, vuelvo a quedar en absoluta oscuridad, no se a dónde ir o que hacer.

—Alev...— escucho un susurro llamarme unos pasos adelante.

—Alev... ven...— un segundo susurro también me llama del mismo lugar que el primero. Me acerco a donde provienen las voces, intento abrir la puerta, pero, está cerrada, intento abrirla de cualquier modo cuando las voces se hacen mucho más fuertes, no logro abrirla, así que, decido darle una patada a la puerta que la abre de inmediato.

Siento que el corazón me dejo de latir, el oxígeno ya no pasa por mis pulmones y mis ojos empiezan a humedecerse con lo que estoy viendo frente a mí.

—Anne, baba— susurro sintiendo como mi mundo se viene al suelo "Mamá, papá".

Mis padres están de pie frente a mi, están muy golpeados; la mirada viva de mi madre se encuentra apagada por las lágrimas que ruedan por sus mejillas, el empoderamiento de mi padre no se hace notar, ya que él también tiene lágrimas en sus ojos.

—El verdugo... tiene mil máscaras— la voz de mi madre se escucha en eco.

—El traidor... vive en las sombras...— la secunda la voz de mi padre.

—Esta frente a tus ojos, pero no lo ves, dice ser bueno, pero no lo es— una tercera voz continua recitando el acertijo— sus palabras no son de fiar, él destruye todo a su paso.

Una sombra se hace notar detrás de ellos, y aunque no vea bien su rostro si se distingue su sonrisa de burla.

—El traidor... vive en las sombras...— la voz de mi padre vuelve a resonar— se camufla entre nosotros, pero es la manzana podrida.

—Si te lleva a su oscuridad no habrá escapatoria, si te toca te destruye— mi madre me mira con terror cuando siento una fuerza que me pone de rodillas en el suelo— No dejes que te toque...

La sombra se pone frente a mis padres y le da un golpe a Kaan Yilmaz el cual escupe sangre mirando con odio a la sombra.

—Lo conoces, pero no lo has visto en realidad...— mi padre continúa diciendo y le vuelven a dar otro golpe—, te observa, pero lo ignoras, el ángel que te cuida es el mismo demonio que te atormenta.

—¡No los toques!— espeto hacia la sombra que se vuelve hacia mí— ¡Te prohibido que los toques!

—No podrás hacer nada para salvarlos— se agacha a mi altura tomando mi mandíbula entre sus asquerosos dedos.

—Te juro que te arrepentirás por todo, haré que supliques morir, haré que tus últimos momentos de vida sean un completo infierno— siento como la furia se apodera de mi cuerpo, la fuerza que me retenía se desvanece y puedo darle un golpe a la sombra que lo descoloca levantándose, intento acercarme nuevamente a él, pero, se desvanece en la oscuridad.