Capítulo 73

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Alev

Fortaleza Yilmaz

Han transcurrido cuatro días en donde junto a Ruslam hemos jugado con la vida de Gunther Meyer, lo hemos cortado, electrocutado, quemado y golpeado.

Ruslam viajo ayer por la noche a Rusia para estar con su hijo y su esposa, ya que no tuvieron su luna de miel, Ruslam le contó a Jelena lo que hice y ella comprendió que mi hermano no iba a estar tranquilo, entonces, accedió a tener su luna de miel en otro momento. Por ello se quedaron en Rusia y Ruslam viajo hasta aquí.

Ahora me mantengo en la pista viendo como el Jet de mi hermano aterriza, baja de él acercándose a mí.

—¿Estás bien?

Es lo primero que pregunta cuando llega a mi lado.

—Si, ¿cómo están Jelena y Maxim?

—Bien, te mandan saludos— responde metiendo las manos en los bolsillos de la chaqueta que lleva puesta.

—Ven conmigo— le digo y él asiente siguiendome.

Nos adentramos en la fortaleza dirigiéndonos a los calabozos, llegamos hasta el de Gunther, abro la puerta y entramos. El alemán permanece encadenado al techo, se mantiene con la cabeza baja.

—Los huérfanos Yilmaz, que maravillosa sorpresa...— su voz rasposa retumba por la habitación, levanta la cabeza mirándonos con sus grandes ojos verdes llenos de burla.

—Un Meyer bueno para nada que no es nadie sin su hermano— ataca Ruslam cruzándose de brazos viendo como el comentario le disgusto a Gunther.

Gunther y Elias Meyer siempre compartieron el liderazgo de su clan, eran un dúo imparable, sin embargo Elias siempre fue el más duro de los dos hermanos, su manera de trabajar era sin piedad de nada, Gunther tenía ciertos límites, Elias no conocía esa palabra.

Ruslam se acerca al hombre cerrando sus puños para lanzarle uno y dos golpes en el estómago que hacen que el alemán empiece a toser.

—Los papeles se invirtieron Gunther, ahora somos tus verdugos, y créeme, la sed de poder es peligrosa, pero la sed de venganza es letal y siempre garantiza una muerte lenta y profundamente dolorosa— espeto.

—Nada igualará lo que te hicimos...— Se ríe ganándose otros tres golpes de Ruslam.

—Pero si me complacerá ver como tu vida depende de nuestras manos, y ten presente que tu hijo será el siguiente— tomo su mandíbula entre mis manos para que fije sus ojos en mi— recuerda que esto es hijo por hijo, cabron.

—Y el hijo de perra de tu hermano también está en nuestra lista— continúa Ruslam—, él y tu pagaran muy caro lo que hicieron hace seis años, y ten muy presente que no les dejaremos el camino tan fácil.

—Nunca los encontraras— espeta el alemán en mi dirección.

—Tengo un Angel que me ayudara con eso— susurro y veo la impresión en sus ojos.

—Aurora...— susurra y mi hermano y yo sonreímos—, maldita puta.

—Conocía sus movimientos, donde se encontraban sus aliados, adivina quien me dio tu ubicación e información de que estabas en Moscú— me burlo en su cara al hacerle saber que estuve entre ellos desde hace mucho tiempo.

—Armin...— susurra preocupado.

—Tu pobre Armin... el idiota que se dejo convencer por un par de curvas— Ruslam sonríe negando con la cabeza—, un estúpido que llevo a su escondite a cualquiera que se acostará con él.

—¡Son unos malnacidos!

—Pero recuerda, somos unos malnacidos que ahora se divierten contigo.

—Por el momento piensa, en que en unos días o tal vez en unas horas tendremos la cabeza de Armin en nuestra mesa— espeto saliendo de la habitación junto a mi hermano.

La Reina del Infierno [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora