La Reina del Infierno [TERMINADA]

Capítulo 38

Ruslam

Me traicionó... me mato de la peor manera posible. Mi propia herma... no puedo ni nombrarla por lo que es.

—Ruslam— escucho la voz de Jelena a mis espaldas cierro fuertemente mis ojos— tenemos que hablar y lo sabes.

—Déjame...— susurro y escucho sus paso acercarse lentamente, queda a mi lado mientras toma una de mis manos y la pone en su vientre, siento como mi hijo se mueve levemente ante mi tacto y eso me pone peor.

—Escuchala...— susurra y quito mi mano sin ser brusco de su vientre alejándome de ella, estamos en la terraza ella está con un abrigo, pantalones de chándal y una blusa de tirantes.

—No me pidas algo que no pienso hacer.

—¿Y por qué no?.

—¿Y aún lo preguntas? Ella me traicionó, traicionó al Clan y traicionó la memoria de mis padres— escupo con odio recordando las palabras de Alev.

"Me acosté con él"

—Hace mas de un mes te hice una pregunta ¿la recuerdas?— da un paso hacia mi.

—No estoy para adivinanzas Jelena.

—Te pregunte que si ella se metia con Greco para seguir un plan, ¿también cuestionarias su lealtad?— habla cruzándose de brazos, recuerdo la pregunta y también recuerdo que me dijo que no le contestara ese mismo día.

—Ella no se metió con él por un estúpido plan...

—En principio si fue así— dice y mi mirada es de desconcierto intento hablar pero ve mis intenciones y continúa hablando— sin embargo ella empezó a tener más pesadillas y a recordar más días de su cautiverio cuando tenía algún encuentro con él...

—Eso que tiene que ver con lo de acostarse con él— me cruzo de brazos perdiendo la paciencia.

—Que empezó a sentir paz y calma cuando estaba con él y se que suena ilógico pero así es Ruslam— se acerca más a mi tomando mis manos.

—Sabía que es nuestro enemigo y no le importo— cierro los ojos recordando la discusión que tuvimos hace pocos minutos— tenia muy claro quien es Massimo Greco y al igual se metió con él.

—¿No me escuchaste?— frunce el ceño— tu hermana se sintió en paz, algo que hace muchos años no sentía. Solo escuchala, hablen como los hermanos unidos que son.

—Ya no se si la unión que teníamos vuelva a existir.

—Se que estas enojado con ella, que no era la manera en la que debías haberte enterado. Pero ella ahora está sufriendo por ti— me dice buscando mi mirada— y se que tu también estas sufriendo, ella es tu hermana Ruslam así no lo quieras es tu familia y la paz que ella estaba sintiendo con Greco no es un delito y al parecer tu lo vez como la peor aberración del mundo.

—No la justifiques— espeto serio mirándola fijamente.

—No lo hago simplemente me pongo en su lugar, tu mismo sabes por lo que ella a tenido que pasar— no importa lo que me diga mi pensamiento no va a cambiar y no se si seré capaz de perdonar a Alev— sabes que ella seria incapaz de lastimarte.

—No intentes convencerme porque sabes que no cambiaré de opinión— suelto un suspiro ella se acerca rodeandome con sus brazos, acepto el abrazo estrechandola contra mi pecho sin lastimarla.

—Te amo y sabes que siempre estaré para ti— me dice antes de besarme— pero también estaré para ella— unimos nuestras frentes antes de que ella se valla dejándome solo.

—También te amo— susurro para mi mismo viendo el cielo ordenando mis ideas.

Pasan maso menos dos horas en los que por mi mente solo se repite la escena de Alev y yo discutiendo. Recuerdo todo lo que le dije y el como se lo dije, tal vez me excedí un poco pero se lo merecía como es posible que me haya hecho eso.