*Capítulo extenso, fue imposible para mi contener todo en menos letras. Una disculpa.
La impresión era demasiada y Lafayette no se movía, solo se quedó de pie, mirándome a los ojos con un sentimiento que no era capaz de distinguir.
— Mi máscara... — tengo la mente en blanco.
La luna estaba en el cielo, bañándonos con su luz, haciendo que mi piel blanca resalte y mis ojos verdes se cristalicen por un segundo, mientras que a Lafayette, a pesar de la distancia que había, sus rasgos eran perfectamente reconocibles, llenándome de un vacío enorme, como quien es descubierto con las manos en la masa en la escena de un crimen.
Los pasos de Fersen se acercaban cada vez más, pero no podía reaccionar.
Trato de despegar mi mirada de sus ojos, trato de dar un paso hacia atrás para poner aún más distancia entre nosotros, pero no puedo.
No sé por qué el tiempo se detuvo, no avanza, pues siento que hasta la tierra que gira siempre se ha detenido, pues si no fuera por el viento que agita mi cabello, sería incapaz de diferenciar esta escena de una pintura colgada en algún museo que retrata el anhelo e impresión de dos almas al conocerse.
No puedo negar que estoy en el fondo feliz de que ahora él pueda recordarme con un rostro, pero no es tiempo de pensar en esto, tengo que huir, tengo que irme.
Fue pestañear una vez más para darme cuenta como Lafayette me dio la espalda y empezó a alejarse, sin decirme nada, sin siquiera darme una pista de que sus ojos dejaban de mirarme.
No entiendo nada, me siento, ¿vacía? como si ahora que había descubierto el azul profundo de sus ojos, a pesar de la máscara, no pudiera evitar sumergirme en ellos para siempre, como si una parte de mi alma ahora estuviera atada a la suya, siendo el único testigo de esta sensación la luna que no se ha movido del cielo.
— Fersen, detente ahí.
Su voz me sobresaltó, porque al escuchar el tono que salía de sus labios, entendí que seguía siendo embriagante, aunque ahora no había ni una pizca de calidez como instantes antes al hablar conmigo.
( — No debo perder el tiempo, es claro que está deteniendo a Fersen para que no me vea)
No me lo pienso dos veces y recojo la máscara que estaba en el suelo, aunque al querer hacerlo rápidamente no pude evitar quejarme del dolor que sentía en el tobillo, que ahora volvía a estar presente.
Até las cintas de aquel antifaz de plumas a mi rostro con nervios y con paso rápido comencé a caminar para alejarme, sin evitar derramar algunas lágrimas por toda la situación.
( — No me olvides Lafayette, aunque debas hacerlo)
Las manos me temblaban cada vez más, haciéndome sentir tan triste, como si hubiera abandonado algo.
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Último acto: Vals #5
FanfictionEn ocasiones la historia no suele tener un final, al contrario, el fin puede significar un inminente comienzo. Leire, una chica que constantemente tiene sueños extraños descubre que los hilos del destino que tejió en el pasado pueden tener atado su...