Capítulo 17: Alma mía

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Qué día ha sido hoy, no sé hace cuánto no me divertía con alguien que si considero mi amigo. Es lindo ver que la vida te sonríe.

Lo que hice en la tarde no fue más que quejarme del cansancio con Lorena en la reunión de Maestros, ya que me la pasé casi durmiendo sobre la mesa mientras Angie a lo lejos me regañaba, no puedo culparla, yo solo pensaba en una cosa, dormir y dejarme caer en el mundo de los sueños.

Tomás me interrogó mucho, decía que esa sonrisa de tonta que tenía no era común.

— Vamos, anda, dime, ¿por qué estás tan feliz?

— Ya te dije que no es nada, solo tengo mucho sueño.

— Llegaste en tu bicicleta, así que estuviste en el parque, ¿o me equivoco?

— Vaya, que intuición la tuya — me encantaba ver como Tomás solía adivinar casi a la perfección cuando algo bueno me ocurría.

— ¡Lo sabía!, es tu compañero de trabajo, así que lo viste, no creí que te encontrara en ese parque — vi como en su cara tenía una expresión pensativa.

— Espera, ¿Cómo lo has sabido?, es más, ¿Por qué dices que no creías que me encontraría?

— No, no es nada, era un decir, una expresión mía.

— Tú me estás ocultando algo, vamos, dime — mi expresión de felicidad se había transformado en una de profunda duda.

— No me mires así, no te imagines cosas extrañas, solamente que él me escribió hace un tiempo preguntándome por ti.

— ¿Preguntando por mí? ¿Pero por qué no me lo has dicho?

— Lo siento, no era nada extraño, solamente me preguntó hace un tiempo que donde estabas, porque debía hablar contigo sobre un asunto serio y, precisamente fue el día en que decidiste ir a ese parque, yo solo le dije eso y como no me dijiste nada, yo pensé que fue una buena idea.

Estaba enojada, por qué ese día fue cuando peleamos, cuando él pretendió saber todo de mi y enterarme que fue cosa de Tomás que me encontrara allí me enojaba, pero aún más me molestaba Armando, ¿Por qué le pregunta cosas a mis amigos? Estoy muy molesta.

— Tengo que hablar con Armando.

— No te enojes, por favor, no pensé que fuera algo grave.

— ¿Fue la única vez que hablaste con él?

— No ha sido la única vez, pero no te imagines que he hecho algo que te dañe, al contrario, sabes que eres mi mejor amiga.

Me marché rápidamente y llegué a mi casa cerca de las 5:00pm, sé que Lola me invitó a su casa a cocinar pero yo no podía alejar la idea que resonaba en mi cabeza, era intolerable como Armando va preguntando cosas mías al mismo tiempo que Tomás le va diciendo así como así las cosas que hago.

Último acto: Vals #5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora