"Si no tienes enemigos, no te preocupes, los tienes, te lo aseguro, solo no los ves porque han sido cautelosos"
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—¿Estará bien? Perdone que pregunte tantas veces, señor.
—Esta criada estará bien, señorita, entiendo que se preocupa en ayudarla.
—Es realmente usted muy amable, por favor, reciba este pago y nuestra gratitud.
Aunque en aquella habitación entrara la luz del día por la ventana, la verdad era que, hasta ese momento, ni la luz del sol podía calentar el momento extraño y frío.
—Un gusto ayudarle, duquesa de Lévis. —Yvan, ocultando una cierta molestia cubierta con preocupación y arrepentimiento por todo lo que había dicho hasta hace unas horas, acepta el pago y se marcha, no sin antes ver por última vez en ese día a aquella mujer que siempre terminaba necesitando su ayuda. —Por favor, cubran y resguarden a la señorita con una manta caliente para que recupere la temperatura y despierte, además de darle algo de comer cuando esté consciente.
—Por supuesto, seguiremos al pie de la letra sus indicaciones.
Se cierra la puerta y ambas se miran.
—¿Qué fue lo que pasó, Lottie? ¿Quién es ella?
La duquesa de Lévis, al volver a su cuarto luego de una hora, encontró a su prima Lorette preocupada, mientras que a la chica que solo conocía de nombre, Dalila, se encontraba totalmente inconsciente sobre su sillón.
—Gracias por hacerme entrar en razón y traer ayuda. Fui una tonta, entré en pánico.
—Espera, ve despacio con la explicación, querida. —la sujeta por los hombros.—¿De dónde conoces a esta señorita? —miran como Dalila descansa sobre el sillón, dejando ver que su rostro está pálido.
—Es algo muy largo de contar, además de que sé que no me creerás. —ríe ante la idea de contar sobre quién es su nueva amiga. —Lo mejor será esperar a que despierte y hablemos sobre lo que está sucediendo.
—Está bien, le diré a la servidumbre que prepare las mantas calientes. —sonríe al ver que verdaderamente su prima se encuentra agobiada. —Volveré en un momento, puedes ir a tu habitación, ella estará segura aquí.
—No, no te preocupes, me quedaré aquí y le haré compañía hasta que despierte.
Nuevamente en la habitación solo quedan las dos mujeres que tienen algo en común que muchos otros no comparten: Dos identidades.
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Último acto: Vals #5
Fiksi PenggemarEn ocasiones la historia no suele tener un final, al contrario, el fin puede significar un inminente comienzo. Leire, una chica que constantemente tiene sueños extraños descubre que los hilos del destino que tejió en el pasado pueden tener atado su...