"Esa noche, mientras observaba sin interés a los demás bailar, mis ojos se detuvieron en una dama que estaba cubierta de azúcar. Pensé: ¿Cómo puede ser tan descuidada? No entendía entonces que, en realidad, era yo quien se había descuidado. Me había enamorado por completo de su imperfección y de su encanto. Ahora, no podía evitar preguntarme en silencio: ¿Me contemplará también? ¿Me amará algún día, como ya la amo yo?"
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—¿De verdad estamos aquí solo para esto? —Fersen, extrañado, saca una manzana del saco que acababan de comprar.
—Ya te dije que las manzanas no son para ti. —Lafayette le arrebata el saco al conde, dejándolo solo con la manzana a medio comer.
—No creo que los caballos se molesten porque alguien se coma una, además, hace varias semanas no pruebo una fruta fresca.
Ambos hombres continúan caminando con tranquilidad en el pueblo cercano al palacio, observando como la primavera había borrado por completo el rastro del invierno, dando oportunidad de comprar fruta de la mejor calidad.
—¡Estaba deliciosa!
—No te la merecías.
—Increíble que le lleves regalos a los caballos del establo en el palacio y no seas capaz de darle algo a tu mejor amigo. —Fersen sacude su mano frente al rostro, indignado.
—Insistí en que no era necesario...
—Ya lo sé, no querías que yo te alegrara con mi presencia, aunque la verdad es que veo que estás mucho mejor y eso es algo que ayuda a que todo sea más fácil.
Desde hacía un mes la reina había abandonado el palacio, haciendo que los días de todos fueran más tranquilos.
Los problemas no se habían resuelto en su totalidad, el reino estaba en calma, aunque temporalmente, pues el asunto del collar es ahora un hecho que se solucionó más que un rumor infundado.
Quizás ahora, a excepción del rey, a quien se le ha visto muy decaído, la verdad es que un caballero de ojos azules casi se podía decir que sobrevivía en lugar de vivir, pues era incapaz de no estar pensando en todo momento sobre el paradero de las damas que lo intranquilizaban.
—¿Vamos a regresar al palacio? Porque quisiera estar un poco más de tiempo en este lugar, la taberna sirve un ron de primera....
—No. —firme y centrado, Lafayette alzó la voz para detener las ideas de Fersen. —Debemos hacer algo antes, así que compórtate.
—¿Pero luego tomaremos un trago? —apretando los puños, lo observaba con ilusión. —Prometo solo tomar uno.
Con paso apresurado, Lafayette avanzó y se negó a escuchar las palabras del conde, haciendo que terminara la conversación y se dirigieran a una casa en específico.
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Último acto: Vals #5
FanfictionEn ocasiones la historia no suele tener un final, al contrario, el fin puede significar un inminente comienzo. Leire, una chica que constantemente tiene sueños extraños descubre que los hilos del destino que tejió en el pasado pueden tener atado su...