En ocasiones la historia no suele tener un final, al contrario, el fin puede significar un inminente comienzo.
Leire, una chica que constantemente tiene sueños extraños descubre que los hilos del destino que tejió en el pasado pueden tener atado su...
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"La lluvia no me alejará del resplandor ¡Jamás dejaría ir lo que me motiva a pelear! Aunque soy incapaz de explicarlo con palabras. Por favor, mira bien la luna, es la misma de aquella noche..."
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—¿Se encuentra bien, marqués?
Las palabras salían de la boca del encargado del ala sur del palacio, haciendo que nuevamente Lafayette enfocara sus ojos al plano presentado. Un recuerdo fugaz lo había estado molestando desde su discusión reciente con Fersen.
—Si. —toma aire y lo contiene por unos segundos mientras retoma la conciencia de hacer su trabajo según lo solicitado por el rey. —Estaba considerando si es necesario tanto foco en esta parte, cuando deberíamos también cubrir las entradas y salidas, tanto principales como las del servicio, que dan directo al jardín.
—Pero el baile se realizará en el salón que tiene vista al jardín. Quizás sea incómodo y extraño para los presentes ver tantos guardias cerca. —el hombre joven, de alrededor de 28 años que participó en la guerra de América como recluta del marqués, piensa por un momento antes de continuar hablando. —Sugiero vigilar con más dedicación las áreas alejadas y contrarias dentro del palacio, ya que todas las miradas y la seguridad privada estarán presente dentro del salón y podríamos tener puntos ciegos importantes.
—Es una buena sugerencia, pero reitero que se debe considerar más guardia en el salón.
—No creo que sea cuestión de cantidad, marqués, quizás...—lo piensa pero no se atreve a decirlo.
—No se preocupe, mayor Blanc, entiendo que tiene sus propios métodos, por favor, no tema ante mi. Ya no soy su superior, solo me encargo de forma extraordinaria de la seguridad esta noche.
—Lo lamento, sabe que siempre tendrá mi respeto. —se inclina ligeramente como señal de admiración. —Así que pidiendo su permiso para continuar, quiero destacar que lo más seguro y que haría que todo fuera respaldado, sería su presencia en el salón durante la celebración, así, si sucediera algo, estoy seguro de que usted contaría con la reacción y actitud necesaria para confrontarlo de inmediato.
—¿Eso opinas, Zacharias? —cierra los ojos, descansando primero de todo lo que tiene en su mente, pero también para comprender la sugerencia e imaginar el escenario.
—¿Conoce mi nombre? —el hombre, sorprendido sonríe ante el gesto, pues sentirse respetado y mencionado por el marqués más importante de Francia le daba nostalgia y felicidad, pues en el momento que fue reclutado, no era más que un guardia recién entrenado y sin un apellido reconocido.
—No estamos en América, así que no debo ser tan formal con alguien que dió tanto de si mismo por otros. —le pone la mano en el hombro, apoyando sus palabras. —Estamos en el mismo nivel aquí.
