Capítulo 64: Onírico y caótico

105 6 426
                                    

"Y yo por ultima vez me veré en tus pupilas y me esforzaré por olvidarte, odiarte y pensar que no eres el amor de mi vida"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"Y yo por ultima vez me veré en tus pupilas y me esforzaré por olvidarte, odiarte y pensar que no eres el amor de mi vida"


●●●●●●●●●▬▬▬▬▬ஜ۩⭐۩ஜ▬▬▬▬●●●●●●●●●


En la residencia del marqués de Lafayette, a primera hora del día, todo era silencio. El viento golpeaba la ventana y la nieve caía, haciendo que el calor de la leña fuera apreciado aun cuando solo son las 7am.

—Estimado marqués, ¿puedo pasar? Traigo una bandeja con té de hierbas para que se sienta mejor.

—Adelante.

La señora Edith entró a la habitación, observando como todo a su alrededor estaba organizado, siendo un contraste muy alto a comparación del día anterior, donde Lafayette se había quedado dormido sobre la alfombra, cerca de la chimenea, rodeado de desorden.

—Espero mejore su estado pronto. —le extiende una taza de té acompañado de pan fresco. —Con esta dieta pronto se recuperará.

—Gracias. —vestido finamente con su mejor traje, Lafayette se sienta en la pequeña sala de su habitación para beber el té con tranquilidad. —¿Ha pasado algo en este día? Noto la residencia muy tranquila.

—No señor. —de pie aun en la puerta, desvía su mirada al ver que él no se ha dado cuenta que pasó todo un día desde lo sucedido. —El día de ayer, el ministro Blaisdell le dejó una carta luego de solicitarlo en horas de la mañana. —saca de su vestido una carta y se la deja sobre la mesa.

—¿El día de ayer? —deja sus guantes a un lado para abrir con rapidez la carta. —Fecha de hoy...—medita para sí mismo un momento.

—Lamento decir que no es la fecha de hoy, estimado marqués. Ha estado todo un día descansando.

—No es posible que fuera tan descuidado...



xx Noviembre de 1788

Marqués de Lafayette:

Por orden de su Majestad el rey y con mi apoyo en su decisión, hemos designado un periodo de un mes para que reponga sus fuerzas, disfrute su estancia en la patria y fortalezca sus relaciones sociales conforme a su deber, estatus y reputación.

Blaisdell



—¿Un mes? —se lleva las manos al puente de la nariz, tratando de controlar la ira que sentía al ver que por sus insensatos sentimientos tenía ahora, como castigo, todo un mes sin poder hacer algo. —Me disculpo por mi actitud del día de ayer.

Último acto: Vals #5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora